Al abrir su oficina lo primero que la golpeo en la cara fue serpentina plateada, luego fue atrapada en un abrazo por Kelsey su mejor amiga de toda la vida mientras Ed su esposo, quien también era uno de sus mejores amigos le cantaba el cumpleaños feliz con un mini pastel.
— ¡Feliz cumpleaños a la mejor amiga y madrina de bodas de todos los tiempos! —le soltó antes de darle otro beso en la mejilla logrando que Bibi empezara a sonreír como tonta.
Bibi, Kelsey y Ed siempre fueron mejores amigos, su amistad comenzó con una merienda, a ninguno le había gustado lo que habían llevado ese día en su lonchera, así que lo intercambiaron entre ellos y desde entonces fueron inseparables.
La chica Abbruzzi incluso había sido la cómplice detrás de su amor y tuvo que cargar con ser la tercera rueda, pero siempre fue divertido, porque incluso fue la testigo el día de su boda, la cual solo la tuvo como asistente a ella y causó revuelo familiar durante años porque fue algo apresurado, sin permiso alguno de los padres y además sus fotos matrimoniales fueron en uniforme.
Con ellos había hecho grandes recuerdos y no se imaginaba compartir aquellas memorias con alguien más, no se veían todo el tiempo, si hablaban mucho, pero entre el trabajo y demás ocupaciones, se veían poco; pero los tres sacaban tiempo para verse de vez en cuando o en fechas especiales y el cumpleaños de Bibi, aunque sea un día después era especial para todos.
—Feliz cumpleaños, Bibi—le felicito Ed con entusiasmo entregándole el mini pastel mientras su esposa por fin soltaba a la chica.
—Gracias chicos, son los mejores—respondió emocionada la pelinegra caminando por la oficina que se encontraba decorada—. Sabía que se traían algo entre manos, especialmente cuando Ed empezó a preguntarme si todavía me gustaba el pastel de chocolate con arequipe como en mi fiesta de diez años.
— ¡Te dije que nos descubriría, pero le haces más caso a un pájaro que a mí, Edward! —le soltó quejica Kelsey a su esposo quien se hizo el desentendido—. No te hagas, te dije que se iba a enterar, estas cancelado, para el próximo cumpleaños no compras el pastel, compras el regalo.
— ¿Cuál regalo?
— ¡Ah sí! ¡Te tenemos un regalo! —la chica camino hasta su bolso y luego volvió con una caja colores pasteles con un gran lazo arriba, se la entregó a Bibi quien sonrió al recibir la caja. Ed abrazo a Kelsey por la espalda a la espera de la reacción de su mejor amiga.
Bibileth era sentimental, aunque a veces diera la sensación de ser ruda en el trabajo, no lo era, por su parte era la persona más paciente, humilde y entregada, abrió la caja y empezó a sacar papel de ella, luego dio con una camisita diminuta que decía "Mi tía Bibi es la mejor".
—Chicos...
— ¡Feliz cumpleaños, Tía Bibi! —gritaron al unísono sonrientes.
— ¡Van a ser papás! ¡Voy a ser tía por séptima vez! —grito antes de ir a abrazar a sus mejores amigos. La idea de ser tía seguía poniéndola sensible, adoraba a sus sobrinos, todos y cada uno de ellos, sabía que ellos la amaban también y tener otro la ponía feliz—. Estoy tan feliz, de los mejores regalos de cumpleaños, ¿será niño o niña? ¡Que emoción!
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ESPERANDO EL AMOR | LIBRO #4 |
ChickLitGracias a los hermanos de ambos, Bibi & Bastián se conocieron. Un día normal, en un mes normal y de la manera más normal de todas. Pero hubo chispas, unas que surgieron años después. Cuando paralelamente sus vidas comenzaban a subir la montaña rusa...