Capítulo 1

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1 año después

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1 año después.

La barba se encontraba perfectamente pulida, las gafas de sol ahora se encontraban en su bolsillo y el smoking le quedaba increíble. No era la primera vez que usaba traje, pero se sentía extraño ya que llevaba algunos años sin vestir de esa manera, pero era su primer día de trabajo así que aquello lo valía, además tenía que irse acostumbrando.

Paso las manos por su cabeza y al no sentir su cabello largo, no pudo evitar recordar la escena donde perdía su larga melena hace unos días, mientras su hijo se burlaba por su cara de dolor. Consideraba su cabello algo que lo había acompañado sus últimos años fuera del país y cortarlo completamente, era básicamente dejar varias cosas atrás y eso estaba bien; porque este era su nuevo comienzo.

Miro por última vez la compañía, frente a sus ojos, varias personas se encontraban entrando mientras él se encontraba mirando el lugar con tranquilidad. Había llegado hace unos meses a la ciudad y llevaba ya esa cantidad de meses estudiando y conociendo la empresa de principio a fin, sin embargo, esta era la primera vez que venía a las oficinas principales desde que Bibileth fue nombrada CEO de la compañía y él nombrado director del departamento creativo.

Abotono el traje y dio unos pasos fuertes entrando por la puerta principal del lugar, no estaba acostumbrado a muchas cosas, pero se adaptaba rápido y por eso aunque se sintiera un poco raro, no sentía que era el fin del mundo, por su parte estaba cargado de euforia.

—Señor, Davis—las palabras se hicieron presentes en cuanto el ascensor se abrió y dio con una rubia extremadamente embarazada a quien él conocía como Rose, aunque para Bibi era "el ángel de la guarda" pero en términos laborales, era la secretaria de la menor de los Abbruzzi y la ayuda esencial de Bastián Davis en los últimos meses—. Buenos días, se cortó el cabello, luce bien—comento sacándole una sonrisa al chico que entro cuidadosamente al ascensor—. La señorita Abbruzzi está en una reunión con los jefes de las sucursales del otro lado de la ciudad por lo que dejo a su cargo algunas cosas, pero primero, su oficina esta lista—las puertas del ascensor se abrieron nuevamente dando con el piso número siete en el cual se encontraba su oficina—. Espaciosa, con buena iluminación, decorada con colores sobrios, los archivos organizados como usted los envió—la mujer abrió la puerta y el chico dio con una increíble vista de la ciudad—. Justo como...

— ¿La señorita Abbruzzi dio todas las especificaciones no es así? —preguntó

—Bueno, eso no lo...

—Me conoce más de lo que creí—soltó mientras observaba el lugar. La chica se había encargado de hacer de una oficina un lugar confortable, incluso se había tomado el tiempo de colocar fotos de Nate. Se acercó a una de las estanterías y dio con una foto de los tres en argentina hace un año, su hijo tenía la cara roja de tanto reír y la chica cargaba un algodón de azúcar en su mano, mientras que él se encontraba de brazos cruzados sonriendo forzosamente. Era un buen recuerdo, sonrió a ver la foto y volvió a colocarla en su lugar.

ESPERANDO EL AMOR | LIBRO #4 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora