Capítulo 2

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Feliz cumpleaños a mi Fernandix querida, gracias por creer en mi, pero sobre todo, por dejarme ser tu amiga, soy una mejor persona porque tu haces parte de mi vida, te quiero con todo mi corazón, mis deseos siempre serán que tu seas increiblemente feliz. De Colombia hasta Mexico te mando todo mi amor y muchos abrazos.

El sol golpeando su cara era terrible, pero no tanto como su dolor en el cuello y la sensación de cansancio que ahora la acompañaba

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El sol golpeando su cara era terrible, pero no tanto como su dolor en el cuello y la sensación de cansancio que ahora la acompañaba. Abrió los ojos lentamente cuando una sombra se posiciono frente a ella, así se encontró con su pasante Florencia mirándola muy de cerca y levantando su cabello que se encontraba sobre la mesa que estaba hecha un lio de papeles, folders y libros.

—Está viva—las palabras de la chica lucían tranquilas, toco su muñeca.

—Claro que está viva, esto es algo muy común de ella, la palabra descanso no existe en su vocabulario y—las palabras de su secretaria hicieron eco en sus oídos, la mujer era literalmente su ángel, aunque también hacia sus veces de mamá regañona—cuando eso suceda, tráele dos cafés, porque créeme, los tomara más rápido de lo que piensas. Buenos días.

La mujer coloco los dos vasos de café. Bibi toco su cabeza mientras se acomodaba en su gran sillón, miro a las dos mujeres frente a ella y dio un sorbo a su café para esperar la clara reprimenda que se avecinaba.

—¿Cuántas veces tendré que decírselo, señorita Abbruzzi? —pregunto Rose. Ahí iban nuevamente—. No puede dormir aquí, el exceso de trabajo es malo, ya lo hace bastante bien, esta simplemente perjudicando su salud, ¿sabe lo importante que es dormir? ¿o su médico no se lo ha repetido muchas veces? Creo que tendré que hacer la llamada mágica...

—¡No, no, no, no! Prometo no volverme a quedar dormida aquí.

—¿Qué es la llamada mágica? —Pregunto Florencia riendo al ver la reacción de su jefa.

—La llamada mágica es... —el teléfono sonó rápidamente y la secretaria Rose empezó a responder unos claros "Sí" "Oh claro, no hay problema" "Sí" para luego cortar la llamada—. Su padre viene en el ascensor.

—¿Qué? —fue lo único que pudo responder. Se levantó rápidamente—. Florencia, ayúdame con la cremallera de este vestido, vamos— salió de su lugar tomando a la pelirroja de la mano y llevándola hasta el baño de la oficina.

No era mentira que Bibi vivía más en el trabajo que en su propia casa, por lo que la escena anterior no era más que otro día en la vida de la chica. La cosa era que no era bueno que así fuese, menos era bueno que su padre la descubriera, porque si había alguien sobreprotector y muy estricto con el tema de respetar los horarios laborales era su padre y siendo sinceros, ella podría ser su favorita, pero eso no evitaría que la regañase. Pocas veces se aparecía por la empresa desde que se dio la sucesión a Braxton, pero para las fechas especiales él siempre aparecía por allí y ese día era un día especial.

ESPERANDO EL AMOR | LIBRO #4 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora