FRIENDS WITH RIGHT ➪ Taekook.

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Y claro que la vio pero no espero que luego de eso el menor soltara aquellas palabras, notó como se tensó e intentó no mirarlo, contestando a la propuesta de el de ojos claros.

— Claro Gummie, me encantaría ir a tu casa además supongo que TaeHyung estará tan ocupado jugando con los senos de su chica, así que da lo mismo si voy o no voy hoy a la casa de TaeHyung.

[...]

Solo la falsa y burlona risa de Kim se logró escuchar por aquel pasillo, alzó una ceja y miró burlón a el menor y al de ojos claro ignorando a su novia por completo.

— Ese es el puto problema? No quieres que folle con mi novia? Joder Kook porque eso tendría que molestarte?

Alzó la voz, su rostro se tornó rojo por la rabia que lo habitaba en ese momento.

— No, eso no me enoja. Me da igual en donde metas y no tu polla después de todo solo eres mi mejor amigo

Contesto el menor no logrando retener sus emociones y no solo me refiero a sus palabras si no a las lágrimas que ya empapaban su rostro.

— Deja de recordarme que eres mi mejor amigo, eso lo tengo claro.

Solto antes de acercarse amenazante al menor y sonreír burlón.

— a diferencia de ti yo sé que tú solo eres mi mejor amigo, Jungkook.

Cruel, palabra perfecta para describir el comportamiento de TaeHyung. Lo que soltaba parecía veneno y el más tóxico para Kook.

— No pienso discutir contigo, si quieres marcar una línea ahora que tienes novia adelante, no la pasaré.

Acomode su bolso y quito cualquier lágrima que estuviera en su rostro, tomó la mano de Gum sacándolo de ahí.

[...]

El menor se tumbó en el asiento de copiloto sintiendo lo cómodo que este era, suspiro abrazando su mochila y mirando al techo con la intención de que sus lágrimas no desbordaran.

BoGum: Siempre discuten así?

Solo negó, no podía hablar con aquel nudo en la garganta. Lo último que necesitaba era pensar en lo ocurrido.

— necesito distraerme no desahogarme.

Apenas y fui audible, pero Gum capto enseguida que no quería hablar sobre eso, encendiendo el auto y empezó a conducir quien sabe a donde.

Cerró sus ojos y estrujó más su mochila, odiaba amarlo... odiaba aquella sensación de ser remplazado como si no valiera la pena, como si no fuera nadie de valor. Claro que lo era, el valía mucho.

Pero el ser humano es tan egoísta con el mismo y con el ajeno, que se nos vuelve costumbre no ponernos de prioridad, ayudamos a las personas con sus heridas mientras las de nosotros se infectan.

La herida del menor llevaba años abiertas, nadie la atendió ni la intentó cerrar, la infección empieza a desplazarse con velocidad y amargura.