CAPITULO 7

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Alex.

Me sentí tan mal cuando la vi caer y ni siquiera poder hacer algo más estar varias horas en el hospital sin que haya despertado, después estar en su depa. Y recordando el día que conocí a Agatha abro los ojos para ver esos ojos que me dejar como un loco y que me recuerdan tanto a ella

-fue un día de verano hacia mucha calor todos decidimos ir a la piscina ella fue obligada a ir y gracias a eso fue que la conocí

-como fue exactamente que la conociste?

-ella es como tú siempre distraída estaba con su libro leyendo por la orilla de la piscina no vio el charco enfrente de ella y se refalo, cuando vi que caí me asusto como el infierno fui a ayudarla y aun con el libro en sus manos me dice “me quede en la mejor parte” solo moví la cabeza la ayude a levantarse, no abrió los ojos hasta que estuvo en pies y me miro quede sorprendido por sus ojos porque aunque son avellana como los tuyos me sorprendió por la alegría que tenían

-y los míos que tienen?

-son como los de ella pero fríos debió de pasarte algo muy malo para que estén fríos

Me queda mirando algo sorprendida por lo que le dije se levanta del sillón y se me acerca

-dime una cosa porque no estas con ellas y estas con esa flacucha?

La quede mirando nunca ante me habían hecho una pregunta así después de todo nadie sabía realmente lo que siento por Agatha, es la primera vez que le cuento a alguien de esto y tenía que ser ella la mujer que me tiene como un jodido idiota a su lado me siento feliz estar a su lado y una confianza que ni a mi mejor amigo tengo, pero no puedo decirle aun no cuando tenga mis sentimientos claros y no confusos, me levanto del sillón me dirijo a la puerta abro y ante de salir le digo sin mirarla

-solo cuando no este confuso te diré, ¡nos vemos!

Y salgo de su depa. Aún más confundido de lo que ya estaba y ante de hacer un movimiento con Agatha tengo que terminar con ella después de todo no la amo y jamás la voy a amar como ella cree que me ama, cuando en realidad solo es un capricho que tiene desde que salimos del liceo, llegando a mi depa. Cansado que ni siquiera me dio ganas de caminar unos pasos a mi cuarto me quedo dormido en mi sillón lo bueno que son realmente cómodos hasta para dormir.

Agatha.

Verlo que se va me duele saber que jamás sintió algo por mi estoy segura que ahora mismo me engaño diciendo aquello lo de la piscina, me dejo caer en sillón llorando de frustración, ira y aun mas de tristeza que muy en el fondo aun lo amo, “no tu no lo amas me entiendes” me dice mi consciencia “he cierto yo no lo amo debo de seguir con mi venganza después de todo Daniel está cayendo en la palma de mi mano” eso me hace sonreír “has que se peleen por ti Agatha” “si lo are y lo lograre”, me seco las lágrimas que había derramado por él y recordando que vine por una venganza la cual voy a terminar, me voy a mi cuarto donde me dejo caer en la cama sin ninguna emoción en mí. A la mañana siguiente ya vestida llamo a Daniel para que desayunemos en algún restaurant claro que no le di mi dirección todo lo contrario le dije que lo esperaba a las afueras de la tienda de “PARIS”, cuando llegue él ya estaba “enserio se pasa tanto quiere meterse en mis pantalones” “es un idiota hazlo sufrir al condenado” “lo are no porque tenga un cuerpo musculoso no tan excesivo, pero igual no porque sea alto me acostare con el” “claro que no solo con uno te acostarías” “dios cállate!!!” me digo a mi misma mientras que me acerco y le saludo

-hola Daniel

-hola nena

-enserio?

Le digo levantando una ceja el empieza a reírse porque no caigo en sus encantos y sé que le frustra eso, muevo la cabeza anta de seguir caminando por 21 de Mayo cuando siento su mano apretar mi brazo y no es nada delicado que digamos que tengo que forcejear para que deje mi brazo, lo quedo mirando enojada por lo que acaba de hacer, me cubro con mi mano la zona herida de mi brazo

-lo siento!

-lo sientes me dices dejándome un moretón?

-lo siento no medí mi fuerza es que te alejaste

-sí, pero podías haberme seguido y hablado no actuado como un ¡idiota!

-lo siento te juro que no volverá a pasar

-eso espero nos vamos?

-claro que sí, lo vuelvo a decir ¡lo siento!

Me dice con tanta sinceridad que de verdad le quise creer pero al ver sus ojos que están llenos de ira por lo ocurrido no siente lo mismo que sus voz solo muevo la cabeza en positivo y seguimos caminando, hasta que llegamos a un restaurant elegante hay pura gente de trajes o bien vestidas tomando café o té están como en Londres donde estuve específicamente sé que siempre digo Inglaterra pero no me gustas mucho hablar a donde me fui hace un año, entramos en el famoso “ESMERALDA” llamado por una joya bueno que le aremos es el dueño, me senté enfrente de él, aun me mira algo con rabia piensa que soy tonta y no se descifrar a las personas, para que me deje de ver así le digo

-vas a ir a la fiesta de Rebeca?

-claro que si dicen que estará buena y ¿tu iras?

-obvio solo que tendré que ir ¡solita!

Le hago un puchero al decirle lo último recalcando las últimas palabras me sonríe por lo que le día capto la indirecta que le lance, me toma de la mano me aguante de no vomitar y sacar de una vez  mi mano de bajo de la suya le devuelvo la sonrisa

-quieres ir conmigo?

-claro eres un caballero al invitarme

Le digo toda entusiasmada de que iré con él, por dentro me siento como la mierda llena de ira de no poder golpearlo, desayunamos en silencio yo pedí un café con pan tostado con palta, Daniel pidió un café igual con una hamburguesa de queso nos terminamos de comer todo y tomar todo y aún tenía hambre en cuanto llegara a mi casa iba a comer como reina esto de fingir que soy una chica con modales me da más hambre del que tengo si no fuera porque corro y hago abdominales volvería a subir de peso, la verdad es que al terminar nuestro desayuno cada uno se fue por diferente caminos me despedí de el con un beso en la mejilla y se fue, algo me dice que la ida al baño del restaurant tuvo que ver debió a la una llamada que recibió, como me hubiera gustado saber quién era llegando a mi depa. Después de todo no me queda nada desde lejos veo que hay un coche que lo identifico muy bien es de Alex, esta rescatado en su coche mirando hacia los edificios.

Alex.

En cuanto desperté solo pensaba en una cosa corrijo pensaba en Agatha en su forma de ser pero a la vez pensaba en la otra Agatha como me gustaría que fueran solo una así no estaría tan confundido como lo estoy ahora, debería de estar con mi supuesta novia desayunando como ella me decía en el MSN, pero ante debo de hablar con Agatha estar parado enfrente de los edificios donde ella vive no parce romántico parece más a una acoso, escucho unos pasos en taco giro la cabeza para ver quién es y hablando de la reina de Inglaterra, está caminando hacia mí me siento extrañado de que me está sonriendo no será que planea algo ya estando frente de mi me dice

-que haces acá Alex?

-podemos hablar?

-no sé, la ¡verdad!

El amor puede ser mas fuerte que la dulce venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora