Tengo que casarme con siete hombres

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Si no fuera por las fotos y videos inquietantes e inhumanos de Baby Zero, lo más probable es que Chu Mu Yun se viera arrojado a un torbellino de sentimientos, incapaz de controlarse a sí mismo, y con tanta belleza ante él ahora, definitivamente no dudaría en hacer algo o dos.

Pero si lo hizo, o debería decir, si se volviera adicto, entonces lo único que le quedaba era la muerte.

Incluso con estas tres bestias sin integridad moral, el propio Lujuria en realidad tenía poco que ver con asuntos de fornicación.

Para él, lograr el disfrute del cuerpo solo era simplemente demasiado fácil. Con él naciendo con tal apariencia, y la ayuda tanto de las bestias del éxtasis como del encanto, simplemente no había ningún desafío para jugar con una persona que había sido cebada como un pez.

Pero el corazón de una persona es impredecible.

Y el amor era mucho más algo que inspiraba asombro. Podría estar relacionado con la apariencia, el estado y el poder de uno, pero también podría ser completamente irrelevante para ellos. Incluso puedes quedarte con una persona durante mil años y no lograr ni un solo hilo de amor por ella, pero a veces el amor se plantaba profundamente en tu corazón con solo el encuentro de una mirada.

No tenía reglas, principios ni forma de predecir; el amor estaba lleno de sorpresas, y superar lo desconocido fue un gran desafío.

Entonces, estaba muy interesado en el acto de encantar a otra persona.

Y debido a eso, Xie Zhi Wei odiaba a aquellos con mentes débiles, los que acudían a sus brazos después de someterse a sus deseos.

También odiaba a aquellos que perderían la razón después de ver su rostro y caer en un estado de ensueño; más aún, odiaba a aquellos que podían perder la vista con solo unas pocas palabras dulces, incapaces de diferenciar siquiera entre las frutas venenosas y las comestibles.

¿Esta basura realmente cree que merecen amor? Bien podrían morir.

Chu Mu Yun lo estaba mirando, pero no había nada parecido a la intoxicación dentro de sus ojos oscuros. Incluso se podía ver una imagen de complicación en sus ojos claros, como si él... lo hubiera conocido desde hace mucho tiempo.

¿Nos conocemos, bestia espiritual de hielo? Xie Zhi Wei estaba muy seguro de que nunca lo había conocido. Después de vivir hasta esa edad, solo había oído hablar de la existencia de las bestias espirituales de hielo, y nunca había puesto los ojos en uno solo de ellos.

Por lo tanto ... ¿fue una ilusión?

Chu Mu Yun frunció el ceño y dispersó las emociones en sus ojos. Su cuerpo de repente se enderezó cuando se puso en guardia: "¿Quién eres?"

Xie Zhi Wei lo miró fijamente y evitó su pregunta: "Tu cuerpo está en mal estado".

Chu Mu Yun entrecerró los ojos: "Eso no es asunto tuyo".

Xie Zhi Wei se rió, y ese aire de seducción sobre él se había reducido a la mitad. Tenía ojos delicados, y después de que se hubiera limpiado el brillo del encanto, se veían aún mejor. Estaban llenos de cariño, como si pudiera enamorarse con solo mirarlo.

"El cuerpo de una bestia espiritual de hielo entrará en calor una vez que alcance la edad adulta, no puedes soportarlo para siempre, ¿verdad?"

El cuerpo de Chu Mu Yun claramente se había puesto rígido, pero la mirada solemne en sus ojos aún permanecía: "¡No sé quién eres, así que no tengo la obligación de decirte eso!"

Se mantuvo frente a él con hostilidad de principio a fin, claramente para nada afectado por el encanto de Xie Zhi Wei. Sin embargo, la razón por la que nunca hizo un movimiento fue solo porque no podía decir si esta persona que parecía humana, era en realidad un ser humano o simplemente otro espíritu maligno.