25. "No puedo perdonar"

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No, no puedo perdonar por más que lo intento.
No, no puedo perdonar tanto dolor que llevo dentro.
No, no puedo perdonar haberme fallado a mi misma.

Aunque se que el perdón liberara mi alma, no puedo perdonar aunque así lo piense.

No puedo perdonar tanta soledad.
No puedo perdonar tanto llorar.
No puedo perdonar tanta angustia que llevo dentro.

Y si no puedo perdonarme ni a mi misma ¿Cómo podré perdonar a los que me han hecho tanto daño?

No puedo ser egoísta, no sé como serlo.
No puedo liberarme de este tormento.
No puedo pensar en tan siquiera sentir esa libertad que merece mi corazón, al sentirse perdonado al fin.
No puedo seguir pidiendo ser feliz si por dentro vivo encerrada en mi.

A veces quisiera pensar que puedo cambiar este dolor, poder vivir de nuevo, pero como hacerlo si fallé a quien no debía fallarle, le creí a quien no debía creerle, a esa persona que vivió una doble vida y que siempre lo negó, sabiendo que yo fui testigo de tantas mentiras que salieron de su interior y aún así, sabiéndolo, tontamente me entregué, deje, sacrifiqué y no fue suficiente.

No, no puedo perdonarme por haber sido tan ingenua.
No, no puedo perdonarme el haberme conformado con ser solo la otra.
No, no puedo perdonarme por haber vivido a la sombra por tantos años.

Y saber que en todos esos años, viví una cruel mentira, una cruda realidad que taladra mi mente, que cierro los ojos y sé que nada de lo vivido a su lado era verdad y por haber sido tan ingenua, nunca, nunca podré vivir en paz.

No, no puedo perdonarme si siento tanta maldad por dentro.
No, no puedo perdonarme si mi vida a su lado fue una mentira.
No, no puedo perdonar y el rencor se apoderó de mi y estoy a punto de explotar, porque Dios no fue justo y aunque sé que he pecado, nunca fui la única que hizo daño.

Y si no puedo perdonarme a mi misma, como podré perdonarte a ti, si me hiciste tanto daño, fuiste un lobo vestido de oveja, que entró solo a robar el amor que tenía y que después de usarlo lo dejaste de nuevo ahí, tirado, herido, lastimado, casi muerto, creyendo que habías hecho un bien y aunque lloré incansablemente nunca te importo el verme así, sacaste lo peor de mi y te fuiste como siempre, creyendo que el bueno en esta historia habías sido tu.

No, no puedo perdonarme mucho menos perdonarte.

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