criminal love ✦ moonsun; kookmin au

10; "dueña y sonrisas"

YONGSUN

Su caminar seguro haría temblar las piernas de cualquiera, acompañada de un hermoso traje que abrazaba su cuerpo como una segunda piel haciéndola lucir un estilo sensual e imponente al mismo tiempo resaltando entre todos en el sitio ostentoso donde nos encontrábamos, su maldita sonrisa de señora-me-estoy-comiendo-el-mundo y por ultimo sus ojos, esos ojos negros que podrían intimidar o seducir a cualquiera y justos estaban fijados en mí, no podía apartarme, no quería apartarme. Algo en mí no hacía que me apartara, pedía a gritos que esperara para ver como seria su movimiento y si realmente venia hacia mi o era solamente una ilusión, nuestro contacto visual era muy imponente haciéndome erizar los vellos de mi nuca, puse una de mis manos allí y empecé a frotar la zona para tratar de tranquilizarme, Moon al notar mi nerviosismo, solo la hizo sonreír maliciosamente y hacer su andar más rápido para llegar a mí.

— Parece que la pequeña perrita esta sin un dueño....— Fruncí un poco el ceño al ver lo que dijo y me puse totalmente recta, ella tomo eso como una iniciativa y se acercó más a mí, paso uno de sus dedos por mi brazo desnudo-, ¿Qué hace una linda gatita tan sola en este lugar de monstruos?

— Bueno...yo... bueno — Mis ojos estaban completamente absortos a la realidad y solamente dirigidos hacia sus dedos en mi brazo, ella sonreía, sabía lo que hacía y lo que podía provocar en mí, intente ignorar todo y rápidamente aparte mi brazo— Creo... que yo... debería irme, si me permite...

Su sonrisa aumento cuando vio que yo iba a darle la espalda, ella rápidamente me tomo del brazo y me jalo hacia su lugar y de un momento a otro estábamos totalmente pegadas la una a la otra, se acero a mi oído y susurro:

— ¿En serio piensas que una perra sin collar, puede huir de mí? Kätzchen, estas tan equivocada, porque quien pone las reglas soy yo — Se alejó un poco, sin dejar de sostener mi brazo, su boca se acercó a la mía y luego cuando nuestro labios se rozaban, me dio una sonrisa cínica—, desearía comprarte para que seas mía, te ves tan deliciosamente inocente, serias un hermoso juego que estoy dispuesta a llevarlo a cabo, ¿no te parece, kätzchen?

Me sentía completamente paralizada, Moon la líder de la mafia, tenía sus labios a milímetros de los míos, un movimiento en falso y estaríamos besándonos, sentía su mano subir por todo mi brazo hasta llegar a mi nuca y luego mordió mi labio, gemí sorprendida por su acción y ella sonrió impulsándose para besarme.

— Byulie te necesitan en la oficina, Gukkie pareciera que le fuera a dar algo y siento que puede mat... ¿Interrumpo algo? — La peli azul se alejó rápidamente de mí y yo casi doy un gran paso atrás cuando caigo en cuenta lo que acaba de pasar, respiraba entrecortadamente mientras tocaba mis labios, la magnate me miraba directamente a los ojos con una mirada traviesa mientras pasaba sexymente su lengua por sus perfectos labios dándome una vista más de cerca de esa perfecta perforación que decoraba su sinhueso, seguí todo eso con mi mirada hipnotizada, como si estuviéramos en un burbuja de lujuria que habíamos creado con su malicia, la persona a nuestro lado miraba la situación con curiosidad, me di cuenta que se trataba de una pequeña rubia con mirada encantadora, cuando Moon se volteo para hablar con ella, me di la oportunidad de escapar de ahí.

Sin notar mucho a mi alrededor, seguí caminando sin rumbo alguno, solo tratando de alejarme lo más posible de allí, levante un poco la mirada y dirigí mi mirada detrás de mí para fijarme si Moon me siguió y me lleve con la sorpresa que el lugar donde la había dejado estaba completamente vacío, concentrándome en mi alrededor me percate que había muchísima más gente que antes, muchas personas importantes hablando con otras con copas de champagne en sus manos, algunos con chicos o chicas en su regazo, disfrutando de la velada. Un poco impactada decidí buscar el baño más cercano, para poder tomar un respiro de toda la situación que acaba de pasar. Mis pasos eran un poco desordenados, debido a la rapidez que empleaba y que los tacones de veinte centímetros no me ayudaban mucho, sabía que captaba mucho la atención de las personas y que en cualquier momento iba a captar la atención de todo el lugar, solo tenía que esperar la señal y de repente recordé algo.