Me bajo del autobús en la parada que está ha cinco minutos del instituto, la parada que casi pierdo, ¿que es lo que me pasa?, ¿que ha sido esa sonrisa?, muchas preguntas rondan en mi mente, y todas sobre Eric, el nunca pareció haberme notado, nunca hablo conmigo, quizás lo esté pensando demasiado, solo ha sido una sonrisa, sí, eso es, no es nada no ha sido nada.
Estoy entrando al insti, y todo parece normal, los pasillos están llenos y la gente parece haberse agrupado en sus grupitos habituales, las animadoras, los skaters, los informáticos, etc.
-..Le, Elle, me escuchas- dice una voz por detrás, me doy la vuelta para ver quien es.
-Adam, lo siento, no te escuchaba, estaba pensando y...- sonrío en voz baja y cojo a Adam por el brazo.
-Adam vamos a la clase de mates antes que suene el timbre- empiezo a tirar del brazo de Adam para llegar más rápido a clase, Adam notaba que me pasaba algo, pero sabía que no quería que me preguntara, y simplemente me dejó tirar de el hasta llegar a mates.
-Llegamos a tiempo- suspiro.
-Normal, ibas más rápido que un coche- sonríe Adam.
-Tienes razón, ja ja ja- riéndome miro mi reloj, entonces entra el señor Smith, el profesor más serio de todo el instituto. La clase empieza, pero desde el primer momento no presto atención, haciendo que pierda el hilo a toda la clase, y así pase la primera hora de la mañana, sin pensar en nada, simplemente adormilada.
* * *
Las horas pasaron, la primera, la segunda, la tercera, y no paso nada interesante, o eso pensaba, hasta que llego la hora de historia, por alguna razón estaba nerviosa, pero decidí no darle importancia, me senté en mi sitio de siempre, y me quede mirando la pizarra, pero, inevitablemente mire hacia su sitio, me extrañe al verlo vacío, Eric siempre era puntual,y lo había visto salir de su casa, ¿por qué no estaba en clase?, en ese momento el señor Scott entró en clase.
- Abrid el libro por la página 148- dijo con la voz algo ronca, parecía estar resfriado.
Durante toda la clase Eric no se presentó. Al final la clase termino y él no se había presentado, ¿le habría pasado algo?
- Señorita West- dice el señor Scott, ¿qué querría? Me acerco a su mesa, rápidamente.
- ¿Si, Señor Scott?- le digo en un tono que parecía más una afirmación que una pregunta.
- Tengo entendido que usted es vecina del señor Harris- el señor Scott me estaba preguntando por Eric, ¿por qué?, simplemente respondí a su pregunta.
-Así es señor- le respondo firmemente.
- Es así- dice con un tono de alivio- tengo un favor que pedirle, ¿podría usted llevarle estos permisos?, son los papeles para la excursión de la semana que viene- me dice con voz tranquila, ¿que debía decirle?, entonces pensé, ¿podría aprovechar esta oportunidad para hablar con él?
- Claro, no se preocupe- le respondí sin dudar, esta era mi oportunidad, ¿quien sabe si sería la última?, ¿por qué no aprovecharla?.
Lo que no sabía era que esa oportunidad llevaría a algo más que solo hablar.
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Mi única oportunidad
Подростковая литератураEn el pasillo, en clase, incluso su casa enfrente la mía, y no me había notado hasta ese día, él, el chico perfecto, el más deseado, mirándome a mí, aunque desee estar junto a él, se que es imposible. Esta es la historia de una chica llamada Elle, E...