─; Eʟ ᴀᴘʀᴇɴᴅɪᴢ ᴅᴇʟ ᴄᴏᴄɪɴᴇʀᴏ 🍥[Banliodas]🍥

.010.

El tiempo pasó, cuatro años a decir verdad.
Meliodas se graduó y junto a Ban habrieron un restaurante.
Sorprendentemente la habilidad para la cocina de Mel fué en picada al punto que era incomible.
Por lo que se centro más en otras cosas como cuidar a Hawk,un perro que encontraron unos meses atrás y qué sirve para comer sobras de cualquier cosa,o limbiar el departamento que compartía con el otro.

A pesar de todo lo que hicieron junto tardaron mucho en darse cuenta del sentimiento más allá de la amistad que se formó entre ambos.

Y ninguno a día de hoy recuerda como fué qué pasó, quién se declaró o dónde fué. Pero saben que pasó.

O talvez no, talvez ambos sabían que sentían y no necesitaron palabras para dejar en claro lo que sentían.

Al año siguiente se casaron..

— Meliodas,acepta usted a Ban como su compañero y marido en las buenas y en las malas,en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separe

— ¡Si,Acepto!

— Y usted Ban acepta a Meliodas como su esposo- –

— Si no aceptara no estaría aquí –

— Eh Bueno Puede besar al novio–

Dos meses después de eso llegaron a su vida dos bellos niños; Meliza y Brandon.
Los mismos a los qué ahora le contaba está historia junto a los demas hijos de sus amigos.

— Y haci terminamos el relato de hoy – Anuncio Mel.

— ¿Es buena idea contarle estas historias a los niños? – Cuestionó King apollado en la entrada de la sala

— ¿Porque no? Es una buena historia – El castaño rodó los ojos con un “Aja” – Está mejor que la tulla por lo menos.

El castaño iba a decir algo pero unos brazos lo abrazaron por la espalda y el grito desde la cocina llamo la atención de todos — ¡La comida está lista,ayuden con los platos!

Los niños salieron corriendo hacia el orígen del grito cómo si fuera lo más importante de la vida y es qué,en ese momento,lo era.
Después de todo estaban celebrando Navidad y eso significa regalos y mucha comida,comida realmente deliciosa.

Todos salieron al patio de la casa,la noche era calida y de cielo despejado,un millón y más de estrellas brillantes adornaban la penumbra de la noche y la luz de la luna caía justo sobre la mesa.
Los pequeños comentaban qué un milagro pasaría y los mayores sonreían con ternura.

Meliodas pensó “¿Qué milagro podría pasar? Todo lo que amo y necesito está aquí..”

La cena fué cálida,larga y divertida.
Apenas terminó fueron callendo dormidos uno por uno.

         Fin