Las grietas en el techo de madera se veían borrosas, apenas las notaba entre la densa oscuridad que envolvía la habitación.
Despertó pocos minutos atrás y su cabeza vagaba entre la conciencia e inconsciencia, estaba aterrorizado de no reconocer el ambiente donde se encontraba; sin embargo, su cuerpo se negaba a moverse. ¿Tenía sentido volver a escapar de un segundo infierno?
Sus piernas no respondían, su cuerpo y alma están tan destrozados que le era más que imposible volver a unirlos. Su mente hecha añicos y su espíritu quebrantado era lo único que reconocía en sí mismo.
Cerca, se filtra un tenue rayo de luz por la ventana rota. Distingue la maleza de los arboles por la pequeña abertura. Comprende que sigue encerrado en el bosque y que la luz de la luna lo ha alcanzado.
La puerta de la habitación se abre en silencio y unos firmes pasos hacen eco en la oscuridad. Intenta gritar, decirle que se vaya, que se aleje o armaría un escándalo pero nada sale de su boca, solo un quejido parecido a un lamento bajo. Su garganta está seca.
Los recuerdos regresan y se apoderan de su mente. Puede sentir las grandes manos recorriendo cada parte de su cuerpo, recreando una escena horrorosa en su mente.
"Shh..." Escucha con atención el suave silbido que penetra sus oídos. "No voy a hacerte daño. Estas a salvo"
"Yo corrí. Estoy seguro de que logre huir"
Estaba temblando, no lo podía evitar. ¿En qué momento lograron alanzarlo?
"Estuviste muy bien, te felicito. Ahora descansa" La voz se volvió más dulce. Sentía como si lo arrullara en una apacible melodía. "Aún estamos cerca de las personas que te persiguen, pero no te preocupes. Te ayudare a salir"
Trataba de responder, de verdad lo intentaba pero no encontraba la fuerza necesaria para hacerlo. Tenía demasiadas preguntas, demasiado miedo y por lo que veía, poco tiempo.
"Soy Shikamaru y aunque es un fastidio, te ayudare a salir de esta" Escucho el melódico susurro entre la oscuridad. "A ambos"
***
Deidara cerró los ojos con fuerza y parpadeo un par de veces antes de enderezarse por completo. El recuerdo de Shikamaru se desvanecía mientras más despertaba, pero la memoria del hombre siempre lograba arrancarle una sonrisa.
El autobús se detuvo en la última estación y al parecer, no aguantó la tentación de caer dormido durante el largo trayecto.
Sus mejillas se tiñeron de vergüenza y agradeció haber despertado en el momento justo en que arribo la última parada. Mezclándose entre los pasajeros, bajó del autobús y corrió sin mirar hacia la acera más cercana.
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Un Papá Soltero (ItaDei)
Fiksi PenggemarAU; Deidara tiene una vida difícil. Nadie nunca le preparo para la vida que iba a enfrentar. Lo lastimaron completamente por dentro y por fuera. Todos le decían que su maldición nunca terminaría. Ellos se asegurarían que cargara con ello por el r...