Day 5

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Día 5
AU: Krampus.
Shin Soukoku.

Advertencias: muerte.
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La leyenda decía que cada 25 de diciembre Santa vendría y dejaría regalos a los niños que se portaron bien todo el año, esa era la misma leyenda que los del orfanato le contaban a los niños, a todos menos a uno le traían regalos, Atsushi siempre miraba con anhelo que algún día Santa le trajera un regalo pero conforme fue creciendo dejó de desear un regalo.

Los demás niños siempre le restregaban sus regalos y se burlaban de él pero poco le importaba.

Ese día fue de nuevo navidad pero a diferencia de este año, Atsushi tenía demasiados regalos junto con una nota hecha de caligrafía perfecta y bonita que decía:

“ Lamento haber tardado en traer tus regalos pero espero que aun disfrutes de ellos”
— K.

Atsushi miro curioso la firma, pues el esperaba ver una S pero poco le importó, el tiempo siguió pasando y junto con eso algunos niños del orfanato fueron desapareciendo, poco les importó a los cuidadores pues eran bocas menos que alimentar, en el décimo cumpleaños del albino, leyó la leyenda del Krampus, la parte de santa que se encargaba de llevarse a los niños malos y comerlos, Atsushi creyó que sólo era una coincidencia respecto a las desapariciones del orfanato, pues los niños perdidos eran los que siempre le molestaban, el último que había desaparecido había sido el que le dejó aquel corte disparejo.

Atsushi recuerda que al Krampus el libro lo describe como un ser tan alto con una abrigo roto, pantalón negro y botas negras, cargaba siempre con un saco mugroso y que lo acompañaba una bestia que devoraba a los niños que se negaban a irse con él así como a los curiosos que esperaban verlo.

En la doceava navidad de Atsushi fue cuando supo que lo que el libro decía del Krampus era mentira, este no media más dos metros o que tenía ropas rotas y mugrosas, al contrario era un joven que rozaba el 1.80 de altura y sus ropas estaban tan limpias y arregladas que si alguien más lo viera juraría que es uno de los niños mayores del orfanato. Lo vio dejar los regalos para él, así como vio a la bestia negra olfatear en el aire, la escuchó gruñir y voltear hacia donde estaba.

Asustado quiso correr para volver a su cuarto pero el dolor en su estómago producido por las quemaduras del atizador no se lo permitieron así que cayó al suelo y siseo de dolor, sintió las manos delgadas y frías del krampus levantarlo, el albino se dio cuenta que el libro también mentía, pues este decía que poseía garras afiladas, así como que los ojos de aquel ser eran de color rojo y que poseía colmillos sobresalientes de su boca, pero lo que Atsushi vio fue algo totalmente diferente.

Manos delgadas y frías, ojos color negro, sin colmillos, piel tan blanca que podía ser confundida con porcelana o nieve. Por su parte el krampus se preguntaba porque rayos había ido a evitar que el crió se cayera como si fuese en verdad su responsabilidad, sin embargo salió de su ensoñación cuando escucho al albino quejarse, todas su alertas se encendieron, creía que había empleado mucha fuerza, giro al menor hasta que este quedará mirándole y el menor quedó maravillado aquel ser que siempre le llevaba regalos, lo que el libro no decía era que poseía astas, estas eran grandes y aterciopeladas, el gesto de aquel ser era amable, así que Atsushi llevó una de sus manos a la mejilla del Krampus y la otra a una de sus astas.
El contrario frotó su mejilla en la cálida mano y soltó un suspiro raro por la caricia hacia la cornamenta.

— Eres más lindo en persona que en las ilustraciones Krampus — Susurro.

— Y tu eres el niño más raro que he conocido — Le respondió alejando un poco su rostro — ¿Por qué estas despierto a estas horas? —

Angst WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora