Capitulo 2

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Estaba temblando.

De verdad. Un escalofrío terrible me recorrió la espalda y me empezaron a escocer los ojos. Gustabo me miró de reojo durante un momento mientras conducía. Pero no dijo nada. Gustabo me conocía como nadie y sabía que si abría la boca iba a estallar.

Me calmé como pude y agradecí infinitamente que decidiera ir a trabajar y no a hacer el imbécil como estábamos acostumbrados. Compré botellas y me puse a llenarlas una a una de forma automática. La gente me hablaba pero yo solo los oía, no los escuchaba. Entonces, un grito y una patada que hizo que me cayera al agua me sacaron de mi mundo.

C: Lo siento, Horacio, pero me tenias hasta los cojones de que te comportaras como un otaku y no fueras capaz ni de saludarme.

H: Lo siento, Conway. No estoy de humor.

Esta pequeña conversación ocurría mientras yo intentaba salir del agua y Conway me miraba desconfiando y preguntándose que me pasaba.
Seguí trabajando como podía, y de nuevo, oí a Gustabo hablar con Jack. Pero no los escuchaba. El viejo me quito una botella de las manos unos minutos después y se empezó a reír.

H: No sé qué le hace tanta gracia, Conway. Parece usted un bully. Déjeme en paz, por favor.

C: Me hace gracia que mi hijo me ha contado todo. Dime, Horacio, ¿a quien has visto en comisaría para estar así? No hace falta que contestes, ya se a quien ha sido.

Me quede en silencio, mirando al suelo, recordando nuestro encuentro. Estaba avergonzado, porque no podía creer que la primera impresión que le he dado a Volkov después de este tiempo es el de ex-policía triste, arrepentido, abandonado y... descuidado... sin futuro que se queja porque le han robado unas botellas de agua... No he sido capaz de decirle a Volkov que por mi culpa él había estado en coma este tiempo. Que por mi culpa fue vulnerable y Pogo le atacó. Que yo he tenido la culpa de todo, y no he pasado por nada de ello. Él merecía una explicación, y yo he huido.
Mis ojos empezaron a escocer de nuevo y no tuve mas remedio que salir corriendo de allí.

Necesitaba hablar con Volkov. Cerrar la herida. No la del rechazo, la de la traición. Porque yo traicioné a Volkov. Y debe odiarme, igual que me odio yo.

Conway me alcanzó a los pocos metros.

C: que un viejo que está tan jodido como yo te haya alcanzado, es lamentable, Horacio.

Me callé. Tenía razón, era lamentable.

C: por suerte, pronto volveréis a ser los mismos. El entrenamiento tendrá sus frutos, ya lo verás. Si es por eso por lo que te da vergüenza ver a Volkov, no te preocupes, a él le suda la polla todo esto. Ya lo conoces. La verdad, pensaba que ibas a reaccionar de otra manera cuando le vieras...

H: Cállese, Conway.

C: sólo si hablas tú, hijo.

H: para su información, no estoy nervioso porque este más... grande, y me de vergüenza el estarlo. Pero no me da vergüenza el como esta mi cuerpo ahora. Me da vergüenza el porqué. Me da vergüenza que sea porque huí después de salir del hospital y toda la ansiedad, la depresión y el shock postraumático lo ahogué en comida y no en buscar ayuda. Me da vergüenza porque por mi culpa Volkov ha estado estos años en coma, porque fui yo quien le disparó primero. Fui yo quien hizo que Pogo casi lo mate. Siempre fui yo, Conway. Y no me merezco que me mire, no me merezco que usted me trate bien y no me merezco nada ahora mismo. Así que, si me disculpa, voy a ahogarme en mi puta miseria yo solo.

Dicho esto empecé a andar y a llorar mientras buscaba mi coche en el parking, cuando oí a Conway de fondo decir un "eso nunca funciona". Le mandé a la mierda con un simple gesto con mi mano y di un portazo al subirme al coche. Pero el cabrón del viejo tenía razón.

No se cuanto tiempo estuve dando vueltas con el coche por toda la ciudad, con cuantos patrullas me crucé y de los que me escondí y huí cambiando de ruta cuando se acercaban, hasta que, finalmente, me decidí.

Aparqué frente a la comisaría y temblando de nuevo, empecé a caminar hacia la puerta como el gilipollas que fui.

Y fui gilipollas porque no miré al cruzar la calle. Y un coche me atropelló.

¿Otra vez tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora