I love you [RenShino]

5: Te amo

El viento soplaba con fuerza contra el cuerpo del pilar de la flama, quien estaba a punto de partir hacia una nueva misión, aquella por la cual había estado ansioso hace unas semanas con el fin de poder contarle la noticia a su amada, pero finalmente creyó inútil decirlo, suponiendo que luego de esa noche no volvieron a escribirse ni verse más que para sentenciar a Tanjiro Kamado, el cual quedó libre junto a su hermana.

Hasta ese punto Kyoujuro no había perdido la esperanza de que ella también le correspondiera en sentimientos, pero creyó mejor dejarla pensar y no comentarle del peligro que podría significar su misión, en la cual se había reportado dos lunas superiores y vaya a saber uno cuantas personas que salvar.

Al ser en un tren, probablemente había más de 100, por lo que no quería perder más tiempo allí.

Cuando volviera por fin podría escuchar una respuesta de Shinobu, ansiaba por ella. Aunque una voz que endulzaba su oído lo frenó, provocando que se diera la vuelta de una manera lenta y con un extraño sentimiento recargarse en su pecho.

—Rengoku... ¿Pensabas irte sin siquiera darme un adiós?

—¡Oh, Kocho! Lo lamento, creí que lo mejor sería dejarte pensar un poco al respecto de todo lo ocurrido.

—Eso suena más como una excusa que una verdad... ¿Por qué ni siquiera me dijiste que tenías una misión?

—Fue complicado, pero puede que allí se encuentre una Luna creciente.

—Eso no suena muy bien —comentó Shinobu ligeramente preocupada, pero manteniendo la misma sonrisa de siempre—. Pero si es Rengoku el que debe ir no tengo de qué preocuparme.

Mentiras y más mentiras. Se estaba muriendo del miedo por dentro, buscando una manera de detenerlo, al menos pedirle que a esa misión no vaya exactamente porque tenía un mal sentimiento, pero... ¿Qué tan egoísta ha sido hasta el momento? Siempre pidió mucho de Rengoku y él se lo entregó todo, hasta su orgullo destrozado al llorar en frente de una dama. Lo último que debía hacer era dejarlo libre de preocupaciones al menos un poco e intentar volverse lo suficientemente buena para él.

Porque al fin y al cabo era verdad. Shinobu ama a Kyoujuro, lo admite sin mayores temores y por primera vez cree que está bien amar sin temblar o pensar en negativo.

Kyoujuro iluminó cada uno de sus días así que se proponía iluminar los de él en cuanto volviera. Quería confesarle todo y cada uno de sus sentimientos.

—Kocho ¿hay algo que quieras decirme?

—No, en este momento no, mejor te lo diré si vuelves sano y salvo —aclaró con cierta burla, logrando ver una sonrisa más alegre del contrario quien no pudo aguantar las carcajadas por lo ansioso que se encontraba.

—¡Más te vale no estar mintiendo, Kocho, porque juro que volveré!

Finalmente se dio la vuelta entre sus pasos, aún entretenido por sus amables palabras y desapareciendo con lentitud mientras un "ten cuidado" escapaba de los labios dulces de su compañera... Aquella que también lo amaba.