La brisa nocturna mecía suavemente nuestros cabellos obstaculizando la visión frente al otro, sin embargo, ninguno de los dos se doblegaba. Yo seguía viva y mi hijo también, por lo que sabía que él no estaba aquí para asesinarnos. Pero eso solo me dejaba aún más dudas en lo que su presencia aquí respecta. Sentí a Ryuuji temblar en mis brazos. Era hora de entrar a casa y refugiarnos del frio clima. Pero con cada paso que daba intentando rodearlo el me impedía avanzar. Después de unos intentos una sonrisa ladina se dibujó en su rostro viéndome con superioridad.
- Sesshoumaru déjame entrar, hace frio – solté una de mis manos del cuerpo que cargaba estirándola hacia el hombre que una vez amé. Pero al intentar apartarlo no se movió ni un centímetro.
- Tenemos que hablar humana – su voz me hizo temblar, me pico en la piel y penetro en lo más profundo de mi alma.
- ¿Otra vez con lo de humana? – pregunté rodeándolo ahora siendo capaz de llegar a la puerta – Recuerdo que hubo un tiempo que tuve un nombre real, e incluso apodos acompañados de algunos halagos – metí las llaves en la puerta abriendo dando un par de pasos en el interior.
- No me provoques humana, eso fue hace mucho tiempo. Cuando me eras leal – dejé mis zapatos en la entrada y sentí la mano de Sesshoumaru jalando la mochila buscando quitarla. Un gesto peculiar en él.
- Sesshoumaru – murmure encendiendo la luz dándole la espalda, aun impidiéndole entrar – No estoy lista. Y no sé si realmente algún día estaré totalmente lista para lo que sea que quieras decirme. Solo sé que lleve a tu hijo en mi vientre 9 meses, y luego me dedique a criarlo lo mejor que pude durante 5 años. Solo sé que tengo 2 empleos para poder mantenernos y... ¿apareces ahora? ¿Y justo cuando apareces Ryuuji empieza a tener comportamientos de bestia? – suspire intentando hilar mis ideas.
Permanecimos en silencio unos momentos, antes de que yo caminara de nuevo hacia las habitaciones.
- Espérame aquí. Iré a acostarlo – no quise girarme para verlo, no podría mantener la cordura si lo veía una vez más. Al hombre que tanto ame.
Llegué a la habitación de Ryuuji y lo recosté en su cama cubriéndolo con la manta, besando su frente. Peinando sus plateados cabellos, acariciando sus mejillas viendo lo parecido que es a su padre.
Regresé a la entrada, pero me detuve en seco al no verlo. La puerta estaba cerrada, y unos zapatos negros yacían junto a los míos en el suelo, retrocediendo sobre mis pasos pude verlo sentado en un cojín en el comedor viendo fijamente la televisión que estaba apagada. Me acerque desde atrás lentamente explicando que era y para que servía. Fui a uno de los cajones de la cocina y saqué un trapo lo suficientemente grande como para vendar mis ojos. Volví al comedor, y antes de sentarme frente a él lo amarré en mi cabeza. Me conocía, sabía que era débil ante él, quizás así pueda al menos intentar no ceder.
- Tu especie es muy peculiar, con una notable debilidad física, sin embargo, hay algunos que poseen la fuerza suficiente para enfrentarse a alguien que podría exterminarlos – su voz mantenía un ligero tono de amenaza, como si fuera una advertencia para mí. Una advertencia de que mantuviera mi distancia, por seguridad.
- Si bueno, algunos tenemos que hacerlo. Sesshoumaru que haces aquí? Ve al punto, te quiero fuera de nuestras vidas lo antes posible – era como hablar con un recuerdo. Como cuando tienes una pelea o un conflicto y horas después piensas "debí decir esto, o debí decir aquello" bueno yo he tenido años para practicar y pensar lo que pude haber dicho. Y por primera vez no me iba a tentar el corazón para decírselo.
Escuche el suelo crujir a sus pies. Estaba poniéndose de pie y acercándose a mí. Pero nada pasaba. Nada hasta que tomo mi mandíbula y me hizo recostar en el suelo con fuerza impidiéndome moverme.
ESTÁS LEYENDO
En sus manos
RomanceQue pasaria si Kagome no fue la unica que alguna vez atraveso el pozo? Y si esa persona se encontro con Rin y el Principe youkai? Asuka quien por accidente cae en el pozo mientras buscaba consuelo en el templo por la muerte de sus padres, aparece...