Los días transcurrieron de una manera muy similar al anterior. Llevar a Ryuuji a la escuela, trabajo, recogerlo, preparar comida, hacer quehaceres en casa, llevar a Ryuuji con Jin, trabajo en el restaurante. Pero con la sombra de Sesshoumaru siempre sobre nosotros. Acompañándonos en el auto, aprendiendo a comer comida humana, viéndolo intentar jugar con su hijo en el patio, observe sorprendida como la increíble fuerza del demonio podía aminorar al grado de ser un suave roce.
Día con día, pude ver como se abrían más, Ryuuji permitiendo que su padre se acercara a él, y el poderoso demonio disfrutando la presencia de su hijo, de su pequeño cachorro. El "heredero" de la dinastía. Nuestro pequeño dragón.
- Sesshoumaru - pronuncié en susurros una vez recosté al pequeño en su habitación después de mi segundo empleo. Con un simple levantamiento de barbilla me indico que tenía su atención. - Escucha... hay una habitación disponible, no sé donde estés durmiendo, pero...
- No he estado durmiendo - interrumpió dándome la espalda caminando por el pasillo.
- ¿No has estado durmiendo? -levante la voz sorprendida- Tienes aquí casi dos semanas y me dices que no has dormido ni un...- su mano cubrió mi boca mientras se inclinaba y veía mis ojos.
- ¿Cuándo me viste dormir en verdad? - retiro su mano con suavidad, pero la sensación cálida de su piel contra la mía no desaparecía.
Tenía razón, siempre que llegamos a pensar que dormía, era cuando más pendiente estaba a su alrededor. Lo seguí de cerca hasta que llego a la habitación que había indicado.
- Esta habitación es más tradicional, quizás te sientas mas cómodo así - rodee su cuerpo mientras abría el armario sacando todo para preparar el futon. La habitación tenía un pequeño balcón, mismo que él abrió saliendo a la pequeña terraza.
Me tomo unos minutos tener la colchoneta lista. Encendí una lámpara de madera dejándola frente a un espejo haciendo que iluminara la habitación con su cálida luz. Sacudí mis manos al haber terminado mi tarea.
- Listo, espero y descanses esta noche. Si quieres tomar un baño, detrás de esa puert..- me interrumpió el sonido de la tela deslizándose, cayendo el suelo de madera. Gire mi rostro sonrojada dándole la espalda a sabiendas que se estaba desprendiendo de cada prenda.
El crujir del suelo bajo sus pies me indico que se acercaba y yo me aleje un par de pasos dándole la espalda. Cada fibra de mi ser me gritaba que lo mirara, tenía todo el derecho, él era mi hombre...o lo fue.
- Esa puerta es el baño, hay una tina lo suficientemente grande para ti. Buenas noches - me incline e intente escapar rápidamente por la puerta, pero un torso desnudo me lo impidió.
- ¿A dónde vas? - pregunto serio, con una sonrisa ladina dibujando su rostro.
- A ducharme y dormir - podía sentir el calor emanando de su cuerpo, su respiración sobre mi cabeza provocando que cada vello de mi cuerpo se erizara.
- Ayúdame y después podrás irte - sentencio, alejándose con esa elegancia innata hasta llegar al baño.
Estaba desnudo, por lo cual tuve una perfecta y completa visión de su cuerpo. Del cuerpo que una vez estuvo debajo de mí, sobre mi...
Intente dar un paso hacia la salida cuando su voz me detuvo de inmediato, advirtiéndome que no me fuera. Resignada, avergonzada y ligeramente emocionada seguí sus pasos hasta el interior del baño.
Prepare la tina con agua caliente cuidando de no mojarme la ropa, lo que no pasó inadvertido para él.
- ¿No sería más fácil si te la quitaras? - su voz resonó en las paredes poniéndome alerta de nuevo, enrojeciendo mi rostro.
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En sus manos
RomanceQue pasaria si Kagome no fue la unica que alguna vez atraveso el pozo? Y si esa persona se encontro con Rin y el Principe youkai? Asuka quien por accidente cae en el pozo mientras buscaba consuelo en el templo por la muerte de sus padres, aparece...