The Cure |Diakko| [AU]

I

POV AKKO

Esto no podría ser peor, me encuentro en un hospital y todo por culpa de Amanda, si no hubiera aceptado ir a esa fiesta con ella tal vez hoy todo hubiera salido bien, aunque no es del todo su culpa... Pero necesitaba culpar a alguien. Odio estar en los hospitales, cuando me enfermo por lo general mi madre hace algo, ella conoce todos lo remedios caseros. Pero lastimosamente un tobillo roto no es curable con un remedio casero.

Así que aquí estoy, en medio de un hospital esperando a que alguien se digne a atenderme y cuando recuerdo lo que pasó me arrepiento de haberme trasnochado un día en medio de la semana sabiendo que tengo que ir a estudiar, claro que quién se toma en serio el primer semestre de la universidad, la mayoría de la gente no suele pasar el primer semestre, es más en un 80% de la población se arrepiente y cambia de carrera porque definen que no les gustó. En mi caso la mala influencia que tengo a mi lado podría ser mi perdición, aunque espero que un tobillo roto sea lo suficiente para concentrarme en mis estudios al 100%.

Mientras espero recuerdo con claridad mi estupidez y lo que me trajo a este lugar.

-FLASHBACK-

La alarma comenzó a sonar a las 7 am como todos los días, pero yo apenas había llegado a casa a las 4 am, luego de esto lo peor fue que mi madre estuviera despierta y se aseguró de darme un sermón.

"Estas no son horas de llegar, me parece el colmo en unas pocas horas debes estar en la universidad y mírate no sabes ni de donde eres vecina" Yo no tenía derecho a decirle nada ella tenía razón, así que solo me quedé en silencio mirando el piso, ella no dijo nada y me dejo subir a mi habitación.

Me despoje de toda mi ropa rápidamente, ponerme una pijama no me interesaba pues siempre he dormido desnuda, el sueño llegó a mi e inmediatamente puse la cabeza en la almohada.

Hasta que mi despertador empezó a sonar, yo simplemente lo mande a volar y me tapé la cabeza, tenía la esperanza de dormir todo el día, pero mi mamá sabía exactamente cómo reprenderme así que cuando me acomodaba para seguir durmiendo ella irrumpió en mi habitación, me quitó las cobijas y sentí como algo frío rodó por mi cara.

"¡Pero qué te pasa!" Le grité, mientras me levantaba de mi cama y sacudía mi rostro del agua que había dejado caer sobre mi cara "Ni pienses que te vas a quedar durmiendo" Respondió mi madre y con eso salió del cuarto, así que ahora no solo estaba con una resaca horrible sino que estaba de mal humor.

Decidí bañarme, por lo general cuando estoy de mal humor un buen baño me tranquiliza pero en este caso era mal humor mezclado con una terrible resaca, así que el baño no ayudó mucho, me puse algo muy casual y decidí irme para la universidad, pero en cuanto estaba bajando las escaleras uno de mis tobillos decidió jugarme una muy mala pasada, así que rodé por las escaleras y todo parecía bien hasta que me fui a levantar y ví que el hueso sobresalía de mi pie.

Mi mamá salió de la cocina a auxiliarme, me ayudó a ponerme de pie, ella me sostuvo por la cintura mientras yo cojeaba para ir a su auto y así llevarme al hospital.

-FIN DEL FLASHBACK-

Un ruido me hizo salir de mis pensamientos, alguien con una voz un poco ronca me saludó "Buenos días señorita" Yo apenas devolví el saludo, me encontraba sentada en una camilla y estaba dando la espalda a la puerta, fue entonces cuando ví una mujer de cabello rubio platino con reflejos verde té, poniéndose unos guantes, ella me miró y me brindó una sonrisa tranquilizadora, sentí como mi corazón latía más rápido, "Yo soy la doctora Cavendish y voy a estar a cargo de tu caso" Era como si me hubieran robado el habla, las palabras no me salían y solo pude asentir lentamente con la cabeza "Vamos a levantar tu pantalón para poder examinar" Menos mal ese día tenía una clase de educación física obligatoria así que había decidido llevar una sudadera, doblé la parte inferior del pantalón para que la doctora pudiera revisar.

Ella puso sus manos delicadamente en mi tobillo "Bueno evidentemente se puede ver la rotura, pero aún así vamos a tomar una prueba de rayos x para asegurarnos de que solo sea eso" Muy bien tenía que seguir esperando pero si era en compañía de esta hermosa doctora, yo simplemente disfrutaría de estar todo el tiempo que fuera en el hospital.

Ella salió del consultorio y volvió con una silla de ruedas "Muy bien vamos, yo te ayudo" Me tomó por la cintura para ayudarme a bajar de la camilla a la silla, no sé porque aún el habla no volvía a mí, me puso en la silla de ruedas y nos dirigimos hacia el área de rayos, en el transcurso del camino ella recibió una llamada y no sé porque me decepcionó.

"Hola cariño" -...- "Sí, estoy en turno ¿Por qué?" -...- "Pero ya habíamos quedado en que hoy cuidabas a los niños"  -...- "Si para ti siempre hay cosas más importantes que tu familia" -...- "No te preocupes yo hablo con mi mamá para que los cuide" -...- "Si como digas adiós estoy muy ocupada".

Y así colgó el teléfono.

Entramos en una habitación, con lo que parecía una bandeja enorme, un enfermero entró con nosotros y me ayudó a ponerme en esta "Muy bien tienes que quedarte quieta mientras toman la fotografía, sino tocaría repetir" Con eso salió de la habitación, una máquina empezó a moverse alrededor de mis piernas, no hacía daño pero me sentía incómoda de estar ahí sin poderme mover, después de lo que a mi me parecieron siglos la máquina paró y de inmediato entraron la doctora y el enfermero el que me llevó de vuelta al consultorio.

Estuve un rato más en la misma camilla en la que ya había estado, cuando de nuevo llegó la doctora, con esa hermosa mirada, sus ojos eran de color azul, pero son esos ojos que transmiten una mirada profunda, sientes que cuando los miras todo estará bien.

"Bueno te cuento que te fracturaste el peroné, la verdad es muy común este tipo de fractura, ya que este es el hueso más delgado de los dos huesos de la parte inferior de la pierna, no se necesita de operación pero igual debemos enyesarte el tobillo".

"¿Cuánto tiempo estará enyesado?" Como un milagro mi habla decidió aparecer "Es probable que debas usar el yeso durante dos meses y una vez que se retire el yeso lo más probable es que debas realizar terapias físicas antes de reanudar tus actividades normales".

-1 hora después-

Ya me encontraba en una silla de ruedas, esperando a que mi mamá terminara de hablar con la recepcionista y por fin salir de este hospital, aunque era una pena que no vería más a la hermosa doctora por la que fui atendida, aunque qué esperanzas podría tener, se nota que ya tiene una familia y bueno eso sin contar la diferencia de edades aunque se veía joven en comparación a los demás doctores que me habían atendido en mi vida.