Capítulo 17

201 21 7
                                    

–¡Yonhye! ¡Apresúrate! - Gritó Dan, sacando a la chica de su trance.

–Perdón.

Debía concentrarse, estaba trabajando.
No podía simplemente andar pensando en sus problemas emocionales en ese momento.

–Buenos días - Saludó el pelinegro al ver a la chica.

–Buenos días - Respondió alegremente Yonhye, mientras sacaba todo el maquillaje.

–¿Tienes mi celular?

–¿Eh?

– Haneul me dijo que tú te habías quedado con mi teléfono.

–Ah si, crei que sería más fácil si te lo entregará yo. Ya sabes, porque te iba a ver esta mañana, es decir ahora.- Comentó mientras sacaba aquel aparato de su maleta.

–Ya veo, no hay problema.

–¿Y cómo amaneciste?¿No tienes resaca?

–No, no tanta. Dormí demasiado.

–¿Por qué estaban tomando?¿Estoy haciendo muchas preguntas? Perdón

Kyungsoo no pudo evitar soltar una pequeña risa ante el comportamiento de la chica.

Ya habían pasado varios meses desde que Yonhye había comenzado a trabajar junto a el, y era...

Él se ya se había acostumbrado a ella. Su incansable curiosidad y torpeza ya hacían parte de su diario vivir.

Debía admitir que ella le añadía cierta diversión a todo.

–No son muchas preguntas. No tengo problema con que preguntes si son dudas que puedo responder.- Afirmó con una sonrisa.

Yonhye no sabía que le sucedia.
Sus ojos se enfocaban en cada detalle de Kyungsoo.
¿Por qué?
No lo sabia, pero ahí estaba ella, como una tonta viendo al pelinegro.

–¿Qué sucede?

–¿Ah? Nada, perdón.

–¿Paso algo? Te he notado bastante distraída.

–No, no es nada

–Esta bien, si necesitas algo puedes decirme.

Yonhye intentó concentrarse lo más que pudo hasta terminar el maquillaje del chico.
Luego intentó tomarse un tiempo para pensar, sentada en una de las bancas del lugar de filmación.

Tenía que concentrarse y decifrar qué le estaba sucediendo.Ya no podía seguir así...

Pero ¿Por dónde debía comenzar?

–¿Qué haces?

–¿Ah? Ah, Eres tú. - Suspiro aliviada.

– ¿Me debería preocupar? - Comentó riéndose Dan.

–No, solo estoy pensando.

–¿En qué piensas?

–No se.

–¿No sabes? - Se río - Entonces no estás pensando.

–Si lo estoy, solo que no se en que. - Se quedó procesando sus palabras - Ay no se,  solo olvídalo. Quiero pensar, pero no se por donde comenzar.

–¿Me dejarías ayudarte?

–¿A pensar? Realmente debo haber perdido la cabeza.

–A organizar tus ideas. - Respondió con una mirada amable.

–Esta bien, ayúdame.

–Intenta explicarme la situación.

¿Explicarle la situación?¿Cómo?

Yonhye intento mirar a su alrededor en busca de alguna ayuda.

–Tengo una casa.

–¿Una casa?

–Si, una casa.

–Esta bien, tienes una casa. Sigue.

–La compraron mis padres apenas nací, he vivido allí toda mi vida. Incluso cuando mis padres se fueron y yo sola me quedé allí. - Explico - Para mi siempre fue muy cómoda, era tan cálida y tan perfecta para mí.

–¿Era?

–Hace algunos días una amiga me invitó a quedarme en su casa por una semana. Cuando entre a ese lugar lo primero que note fue que era muy iluminado. Había una ventana en la sala, no muy grande, pero con una hermosa vista a toda la ciudad. Recorde que en mi casa solo había una pequeña ventana por la que no entraba luz, ya que había un edificio justo al frente. Al día siguiente hubo una tormenta, llovió demasiado fuerte. Sin embargo, pude dormir tranquila. Y vino a mi mente todas esas noches en qué por estar preocupada por las goteras de mi casa no pude dormir. Cuando amaneció me di cuenta que a pesar de la tormenta no había sentido frío en toda la noche. Le pregunté a mi amiga el porque y me dijo que era por la calefacción ¿Calefacción? Te juro que nunca había oído de eso. - Comento con una pequeña risa.- Cuando había pasado una semana volví a mi casa. Al entrar me pareció que era muy oscura y cuando llovió no pude dormir. La sentí muy fría... No se que me pasa,  pero sigo comparando la casa de mi amiga con la mía. Debe haber algo malo conmigo ¿Qué debo hacer?- Preguntó riéndose.

– Si nunca supiste lo que era la luz para ti no existía la oscuridad. Pero una vez que supiste lo que era el calor sentiste frío. Y cuando sentiste tranquilidad te diste cuenta de que toda tu vida habías vivido angustiada... No hay nada malo contigo, al contrario. Te diste cuenta lo que era el frío antes de morir de hipotermia - Comentó con una sonrisa - Ya no puedes volver a vivir a esa casa ¿Qué tal si te mudas?

–¿Mudarme?

–Esa casa es pésima - No pudo evitar reírse ante la idea - Ahora eres conciente, pero siempre fue una pésima casa. Talvez tengas un poco de miedo ahora, pero cuando estes en un ambiente mejor agradeceras haberte mudado.

–Pero es mi casa...

–¿Por qué lloras? - Preguntó preocupado.

–Yo nunca la sentí en mal estado y ella me brindo un techo. Viví tantas cosas en ella, tengo tantos recuerdos ¿Cómo me puedo mudar? Si en verdad la casa está en tan mal estado ¿Quién la va a comprar?¿Y si la demuelen?

–Entonces ¿Esperarás que la casa caiga en pedazos sobre ti? Talvez no la demuelan, talvez una constructora la sepa arreglar. Pero tú estás muy cansada por las horas faltantes de sueño. Tu tienes que descansar.

–Estoy tan frustrada, me siento una estúpida.

–No te eches la culpa. Talvez ahora te duela saberlo, pero ya no serás más lastimada.

Yonhye sintió como las palabras de Dan atravesaron su corazón.
Controlando su llanto finalmente lo abrazo.

–Vete de esa casa - Pidió correspondiendo aquel abrazo - Si no te vas, yo te sacaré a la fuerza.

Tras secarse sus lágrimas con ayuda del hombre, Yonhye se dirigió a retocar el maquillaje de Kyungsoo.

–¿Qué hacías?

–Estaba hablando con Dan sobre casas.

–¿Sobre casas? - Preguntó confundido el pelinegro.

– Si ¿Sabías que Dan se va a casar?

–Me lo comentó está mañana. Qué bien, ojalá sean muy felices.

–Lo serán - Afirmó la chica con una sonrisa.

Qué bonita casa...



¿Deberíamos? ~ Do KyungsooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora