Parte 7. Lindo hogar

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*Greg*

Ni mi opinión pidió cuando fui arrastrado contra mi voluntad al coche de wilson y seguido de esto con dirección a su casa.

-Lindo hogar, ni parece que esta sea la casa de un alfa soltero.- dije al entrar a su casa.

-Tengo una pareja es un omega de hecho, se llama Gregory House, creo que lo conoces.-dijo sarcástico, mientras se sacaba la chamarra.

-Por supuesto, ese alto omega con especialidad en nefrología y enfermedades infecciosas.

La verdad no era sarcástico cuando hablé sobre su casa, era muy sencilla pero moderna. Yo pensaba la casa de un alfa soltero seria una llena de lujos y aparatos electrónicos modernos.

Me senté en el sofá esperando Wilson me entregará al menos una cerveza, la cual recibí  y seguido de esto se sentó muy cerca mío.

-¿Nunca has oído del espacio personal?-pregunté mientras ponía una mueca.

-No, la verdad es que no. Sobretodo cuando se trata de ti.

Traté de separarme cuando me sujetó de la cintura.

-No te muevas, quédate así un momento.

Nos quedamos en esa posición por segundos, la cual en lo personal comenzaba a incomodar.

-¿Podrías dejarme ir? Quiero ir al baño.

-¿Quieres realmente o sólo es una excusa?-preguntó sin soltarme.

-Bien, me atrapaste, sólo quiero que me des un poco de espacio.

Sin decir nada me soltó y dejó un espacio considerable entre nosotros. Pero en cuanto me dejó, sentí un vacío y anhelo por regresar a esa calidez (y extrañamente al olor de sus feromonas mezcladas con las mías)

-Gracias, ¿ves que bonito es hablar y que obedezcas?

-Lo hago porque no quiero hacerte enojar, pero la verdad es que deseo tenerte en mis brazos todo el tiempo.

Algo dentro de mi reaccionó a esa declaración,no quería sentirlo pero no podía evitarlo. Mi cuerpo deseaba regresar a esa reconfortante situación en la que estaba antes.
Maldito vínculo, maldita mordida, maldita genética, maldito wilson.
Y maldito yo, por ser omega.

-Creo que debería irme.- dije finalmente, después de ganar la lucha de mis impulsos con mi mente y lograr suprimir mi deseo de quedarme con wilson.

-Quédate, los dos podemos dormir en mi cama.

La idea no sonaba mal... ¡No House, no! ¡Reacciona!

-No, enserio debo irme.

-House...Greg, quédate. Prometo no hacerte nada malo.

Lo miré unos instantes y por un largo tiempo me sentí decepcionado de mi al decir:

-Está bien, pero sólo porque tienes un lindo hogar.

Y wilson sonrió. Quizás debí darme cuenta de sus palabras "Hacerte nada malo".

Continuará

El Odioso Destino. [Omegaverse.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora