El Odioso Destino. [Omegaverse.]

Parte 13. El dueño de mi trasero

*Greg*

A la mañana siguiente, James y yo nos preparamos para ir al hospital a pesar de mi resistencia. No quería ir, me sentía cómodo en los brazos, de pueden creerlo, mi alfa.
Quería continuar durmiendo en sus brazos, pero él dijo que era necesario que fuéramos a trabajar. En cuanto abandonó la cama, me sentí triste y vacío, ¿cuándo empecé a sentirme dependiente de james? ¿El lazo invisible que nos unía estaba generando esta sensación en mi?
James regresó del baño y sin avisarme me levantó en brazos para llevarme a la ducha, ahí nos besamos un poco mientras él me limpiaba.

-Puedo hacerlo solo.-dije algo nervioso, sus movimientos no eran precisamente inocentes.

-Pero quiero hacer esto por ti, no voy a poder tocarte así en el hospital.

-Lo bueno es que tu oficina no es puro cristal como la mía.-dije con un tono pícaro, si quería podíamos hacerlo en su oficina y nadie nos vería.

-Lo pensaré.

Una vez listos, nos fuimos a mi casa por ropa mía y de ahí al hospital.

-Recuerda esperarme a la salida ¡y dentro del hospital!-gritó mientras se alejaba.

-Doctor, paciente le espera en consultorio 1.- dijo la enfermera entregando el historial médico.

Entre al consultorio para ver que era una madre con su bebé. Al parecer la mamá había sentido enferma a su bebé durante estos días así que la trajo...

-¿Cuándo empezó a ver síntomas? ¿Toma bien su fórmula?

-No le doy fórmula, sólo la saludable leche de pecho.

-Pues la cara se le inflamó durante la noche.- dijo mientras revisaba a la bebé. Esta empezó a toser y tomé su temperatura.

-No hay fiebre, glándulas normales pero no veo su historial de vacunas.

-Las vacunas no se le han aplicado.- dijo la madre y pare de ver su historial. Ah, madres encantadoras.
¿Cuándo se va a curar la estupidez humana?
Empecé a hablar con ella, ¿compañía multinacional farmacéutica estafadora? Como si gastar millones en vacunas falsas gratuitas fuera parte de su placer.

-Los anticuerpos de mami, sólo protegen al bebé durante 6 meses por eso grandes compañías intentan engañarla, creen que harás lo que quieran para mantener a su hija viva.

Al final terminé explicando que la equivocación era de las farmacias claro que si, luego jugué un poco con la ranita que sostenía.

-Ya dígame que tiene.- dijo quizás algo irritada la mamá.

- Catarro.

Finalmente le recete unos medicamentos y le sugerí vacunar a su hija. Después de eso, decidí ir a comprar algo de comer a la cafetería pero por desgracia mía resulta que no había nada de mi agrado, tendría que ir a una cafetería fuera del hospital. Tendría que estar bien ya que es de día, difícilmente me atacaría alguien a plena luz del día.
Salí del hospital rumbo a un restaurante que se encontraba casi al final de la segunda cuadra cuando cruzaba de una a otra, fui arrastrado al callejón.

-Omega, me gané la lotería, uh, con pareja. Sonó la voz de un hombre, alfa quien empezó a liberar feromonas.
Demonios.

-¡Aleja tus apestosos feromonas de mi!- grité intentando patear con mi pierna buena y golpearlo con el bastón. Claro que técnicas de combate o defensa personal no está en mi lista de habilidades.
El hombre me sometió muy rápido, sintiendo mi cara ser aplastada contra el piso (no muy limpio que digamos) este empezó a lamer mi cuello mientras sus manos eran atadas con lo que creo es su cinturón.

-Será delicioso, pronto empezarás a sentir el rechazo pero no importa, esa es la mejor parte.

-Idiota, me liberaré y te pateare el trasero tan duro que parecerás venado bebé.

Amenazarlo no iba a funcionar mucho pero claro que se la iba a cumplir, el único dueño de mi trasero se llama James Wilson.

Continuará