Giyuu Tomioka es un hombre de pocas palabras, por lo cual se el es difícil expresarse hablando. Ante este hecho, se le ocurre la idea de escribirle cartas a la persona que le gusta, pero sin enviarlas.
Conforme se escriben las cartas, avanza la hist...
Quiero aclarar que cuando algunas palabras aparezcan entrecomillas ( "") son los pensamientos de Giyuu. También quiero pedirles que lean lentamente, ya que así posiblemente van a sentir el drama del capítulo. ♡
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Las botellas están desparramadas por todos lados, estoy cansado de tomar para olvidar todo, pero por más botellas que deje vacías, nunca voy a sacarte de mi cabeza, ya que me mentí a mi mismo diciéndome que ya no te amaba más. Es por eso, que quiero acabar el problema desde raíz, porque después de todo el problema soy yo. Tampoco nadie me recordaría, se olvidaran de mí en unos años y seguirán con sus vidas, por lo que hoy este es mi final.
Esta vez en la carta no había firma. Giyuu se veía deprimido conforme más pasaron los meses, solo salía a tomar un poco de sol y luego volvía a la seguridad de su casa.
No había visto ni a Kanao ni a Tanjiro en 4 meses, pero tampoco le importaba porque sabía que Tanjiro estaba intentando remediar el error que cometió esa noche de lujuria.
Lo único que le faltaba era comer los frutos que tenía en su mesa para acabar finalmente con su vida.
Frutos de bedallona.
Dispuesto a hacerlo, se acercó al lugar antes mencionado, no sin antes guardar bien la carta que momentos antes había escribido.
Pero antes de poder llegar a la mesita, escuchó golpes en su puerta. Primero los ignoró, pero luego se volvieron más frecuentes por lo que tuvo que abrir la maldita puerta, no sin antes arreglar un poco su cabello y pasarse las manos por la cara, pensando que así se vería mejor de ánimo.
Y ahí estaba.
Ahí estaba la causa de su enfermedad de amor y depresión.
Ahí estaba Tanjiro Kamado, sonriendo por verlo nuevamente después de mucho tiempo.
–Buenas noches, Giyuu-san– dijo el pelirrojo, haciendo una leve reverencia.
Giyuu quedó impactado, porque, ¿qué hacía Tanjiro en su casa? Y además, ¿cómo es que estaba sin compañía de Kanao?
Tomó una leve respiración antes de contestarle, debía aguantarse las ganas de llorar por verlo nuevamente.
–B-buenas noches, Tanjiro, ¿cómo estás?–preguntó nervioso el azabache.
–Estoy bien, pero, ¿puedo pasar?–cuestionó temeroso el oji rojizo.
"¿Pasar a la casa?, primero debo ordenar"
–Claro, pero espera un momento–dijo para luego entrar y rápidamente esconder las botellas, la carta, y los pequeños frutos–Ahora puedes pasar, adelante.
Con una leve reverencia de agradecimiento, Tanjiro entró a la casa. La última vez que había estado ahí fue hace mucho tiempo y en las peores condiciones.
Giyuu le dijo a Tanjiro que tomara asiento en el piso, ya que pensaba que el joven Kamado tenía algo importante que decir.
–Giyuu-San, primero que todo, quiero disculparme por lo que pasó esa noche, usted no debía verme en esas condiciones y tampoco debí venir a molestarlo– dijo el joven con la cabeza agachada.
–Todo está bien, Tanjiro, a cualquiera puede pasarle.
–¿Hice algo mal esa noche?– preguntó el joven oji rojizo.
La pregunta le hizo abrir ligeramente los ojos, pero respiró y le dio la debida respuesta.
–No hiciste ni pasó nada malo, solo llegaste aquí y caíste inconsciente producto del alcohol– dijo seguro de sí mismo el azabache.
–¡Me da mucha vergüenza! ¡En verdad lo siento Giyuu-san.
–No te preocupes por lo que ya pasó, Tanjiro, ahora, ¿no viniste solo para disculparte, cierto?.
–Es cierto, también quería contarle una noticia.
Esas palabras le dieron un mal presentimiento seguido de un escalofrío en la espalda.
–¿Y cual es esa gran noticia?
–¿Recuerda cuando me apoyó para estar con Kanao?
"No, no quiero saber lo que viene."
–Sí, lo recuerdo.
–Pues, ¡en un mes más vamos a casarnos!
...
El mundo se le había venido encima de nuevo.
El corazón se le había roto más, si es que eso era posible.
Pero solo le quedaba una opción.
–¡Me alegro mucho por ti, Tanjiro!– dijo seguido de acercarse a él para abrazarlo para felicitarlo.
–¡Muchas gracias Giyuu-San!–dijo el menor aceptando el abrazo. –Pero también quería pedirle algo– dijo aún estando abrazado al azabache.
–¿Qué cosa?
–¿Quiere ser mi padrino de bodas?
La vida solo quería traerle más pesares.
–Por supuesto.
–¿Eh? ¿Giyuu-San por qué está llorando?–llorando preguntó el joven al sentir su espalda mojada.
–Es porque estoy muy feliz por ti, Tanjiro. Dijo para luego seguir en el abrazo, ya que el joven Kamado quería consolarlo de algún modo.
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¿Se la creyeron? Mil perdones, NO ME MATEEEEN
Pero necesitaba hacer algo con mucha tensión y drama, y esto resultó. Gracias a las personas que esperaron por nuevos capítulos.
Pero también quería decirles que le queda poco a la historia, tal vez 1, 2, o 3 capítulos, todavía no sé ya que ahora paso más ocupada y las ideas llegan muy lentamente a mi.
Así que les ruego que esperen, te lo digo a ti persona que estás leyendo esto y has seguido la historia desde que se empezó a publicar.
