La vida de Yoongi // JinSu

05

—¡Yoongi! ¡Yoongi!

De nuevo esa aterciopelada voz y, como coro, esos estúpidos suspiros de chicas enamoradas. El pelinegro suspiró antes de parar en seco, se mordió el labio para no permitir que sus ojos se empañaran de lágrimas.

—¿Cómo estás? Te extrañé todo el fin de semana.

Yoongi observó detenidamente a su mayor; como siempre, vestía formalmente, tenía ese indescifrable brillo en los ojos y sonreía hermosamente. Las mejillas del menor se calentaron ante tal pensamiento y decidió concentrarse en el repentino y pesado agarre que ya estaba en su hombro.

—Estoy bien, ¿Y tú, sunbae?

—Excelente, Gigi. Vayamos a desayunar.

No pudo ni replicar cuando una cálida mano contraria ya lo estaba llevando en dirección a la salida de la facultad. Se sentía bien, era agradable aunque solo pudiera ver la ancha espalda del hombre que lo estaba casi arrastrando a algún lugar.

—Será como una cita, nuestra primera cita oficial.

—¿Una cita?

—Sí, justo eso.

Ah, qué triste, si tan solo supiera que abortaría en cuanto Hoseok tuviera la información necesaria. Llegaron al restaurante, que por cierto no era nada parecido a donde Yoongi comía pues era sumamente lujoso y casi no había gente, ambos tomaron asiento y Seokjin no dejaba de observar al bonito chico frente a él; estaba tornándose incómodo.

—¿Alguien te ha dicho que eres muy lindo?

—¿No? Y, sinceramente, espero que no seas el primero, sunbae.

—Lo seré, seré el primero en muchas cosas, Yoonie.

A Yoongi casi se le escapa una sonrisita cuando el tipo frente a él también sonrió, tanto que sus ojos parecieron dos finas líneas.

—¿Tienes planes para mañana? Quiero que me acompañes a un lugar.

—¿Por qué yo?— Los platillos llegaron, Yoon no tenía ni idea de que tenedor o cuchara tomar, ni siquiera sabía si eran cucharas o tenedores.

—Sólo irás, ¿No? ¿Por tu sunbae?

Por su sunbae, sí, lo haría, es decir, no le afectaba en nada, ¿Verdad?

—Está bien.

Estaba bien, ¿No? Seokjin era amable, le regalaba esas bonitas sonrisas y ese adorable brillo en los ojos. Era guapo, y agradable, quizá estaba bien sonreir de vez en cuando aún cuando algo le decía que no estaba del todo bien.