Matrimonio cariñoso de élite: esposo astuto, esposa linda distante -TERMINADA-

Capítulo 23 : Tres años fueron suficientes

"¿La intención del director Zhang es ir a la ciudad de Haicheng?

"Si."

"Siento que este asunto debería ser manejado por sus subordinados. Como mínimo, no debe dirigir personalmente la primera visita. La otra parte podría asumir que consideramos el terreno en particular con importancia y aumentar el precio a propósito ".

Todos asintieron y estuvieron de acuerdo con la declaración.

"Sí, estoy de acuerdo, creo que las razones del director Wang tienen sentido".

Hubo una larga pausa...

Sus opiniones estaban divididas y su debate trajo de vuelta los pensamientos de Yan Rusheng. Dijo abruptamente: "Creo que si el director Zhang hace un viaje personal, no demostrará completamente nuestra sinceridad hacia la compra del terreno. Tendré que hacer el viaje allí yo mismo ".

¡Gah!

Todos los presentes se sorprendieron cuando escucharon esto y todos se volvieron para mirar a Yan Rusheng.

El jefe del departamento de desarrollo comercial que mencionó el viaje de inspección sonrió y miró a Yan Rusheng. Dijo: "Presidente, el propósito de este próximo viaje es solo para una inspección, aún no es seguro si queremos ese pedazo de tierra".

Yan Rusheng respondió: "Si ese es el caso, entonces una razón de más para que vaya. Inspeccionaré la tierra para revisar si hay algún valor para que desarrollemos esa tierra. Si no lo hay, sufriremos pérdidas si lo compramos ".

Todos sintieron que un terreno en el campo que valía solo decenas de millones de yuanes no era lo suficientemente importante como para que el distinguido presidente de Flourish & Prosper estuviera presente en la inspección inicial.

Pero como presidente de la empresa, solo quería lo mejor para la empresa. Quería estar involucrado en todos los asuntos comerciales independientemente de la escala, deberían estar agradecidos por esto.

"Las razones del presidente Yan también tienen sentido".

Aquellos que anteriormente habían sentido que el terreno no era lo suficientemente importante para que el director del departamento hiciera el viaje personalmente, ahora habían cambiado de bando. Todos asintieron al unísono y estuvieron de acuerdo con lo que había dicho Yan Rusheng.

Wen Xuxu se sentó en silencio en una esquina y no expresó su opinión.

En su corazón, los caminos de Yan Rusheng eran impredecibles y no seguía las reglas. Por lo tanto, querer hacer el arduo viaje de viajar para inspeccionar un terreno que valía decenas de millones de yuanes no era nada sorprendente.

"Presidente Yan, ¿cuándo le gustaría partir?" preguntó el jefe del departamento de desarrollo empresarial.

"El primer día del mes, así que hoy", respondió Yan Rusheng sin dudarlo. "Partiremos hoy".

Cuando todos lo escucharon, todos pensaron lo mismo: este tercer maestro Yan era realmente eficiente y motivado durante el trabajo.

Quería decir lo que había dicho, sin demora.

"Secretaria Wen, reserve cuatro billetes de avión a la ciudad de Haicheng sin más preámbulos". Yan Rusheng volvió la cabeza para mirar a Wen Xuxu. "Tienes dos horas para regresar a casa, empacar tus pertenencias y acompañarme a la ciudad de Haicheng".

Wen Xuxu se quedó sin palabras ...

¿Por qué el gran jefe tenía tanta prisa?

Levantó la muñeca para leer la hora, eran las 10 a.m.

"Oh", respondió ella y sacó su teléfono celular para reservar los boletos.

Hubo tres llamadas perdidas de Jiang Zhuoheng.

Recordó que se suponía que Jiang Zhuoheng estaría de regreso hoy a las 7 p.m.

Cuando mencionó que Yan Rusheng no la dejaría solicitar la licencia, eligió otro vuelo. Su llegada fue dos horas después de que se suponía que debía terminar el trabajo para que tuviera tiempo suficiente para recogerlo en el aeropuerto.

No había ninguna razón para rechazarlo, así que ella solo pudo estar de acuerdo. Habían confirmado sus planes anoche por mensaje de texto.

El hombre propone y Dios dispone. ¿Quién podría haber sabido que tendría que hacer un viaje de trabajo improvisado con Yan Rusheng? Con respecto a la promesa de recogerlo, no tuvo más remedio que dejarlo plantado.

Ah Heng, lo siento. Yan Rusheng me llevará a un viaje de trabajo a la ciudad de Haicheng hoy. No podré recogerte, te compensare  como una disculpa.

Rápidamente le envió un mensaje de texto a Jiang Zhuoheng.

Yan Rusheng le lanzó una mirada y una astuta sonrisa en sus ojos. Sus labios se curvaron hacia arriba; se sentía complacido.

Al otro lado del Océano Atlántico, la azafata notificó a todos que el avión se estaba preparando para el despegue y les recordó a todos que apagaran sus teléfonos celulares.

El apuesto hombre se quedó mirando el mensaje de texto que acababa de recibir antes de apagar su teléfono celular. No pudo evitar esbozar una sonrisa forzada.

Yan Rusheng, ¡tres años fueron suficientes!