Matrimonio cariñoso de élite: esposo astuto, esposa linda distante -TERMINADA-

Capítulo 18: Es solo una comida

Inicialmente, quería entrar en la habitación, pero el gran jefe obviamente estaba de mal humor. Descartó la idea ya que podría terminar convertida en cenizas en el momento en que entrara. No fue tan tonta como para entrar.

"Wen Xuxu". Escuchó la voz de Wen Xuxu. Yan Rusheng sostenía una pluma y se detuvo por un segundo. Levantó la cabeza para mirarla. Tanto sus ojos como su expresión no mostraban un rastro de calidez.

Wen Xuxu asintió. "Presidente, soy yo".

¿Por qué la estaba mirando así?

Yan Rusheng miró a Wen Xuxu durante mucho tiempo en silencio. De repente dijo: "Quiero café. Café negro sin azúcar ".

Todo lo que quería era una taza de café después de mirarla durante un largo rato. E incluso tenía esa mirada en sus ojos, ¡está loco!

Wen Xuxu maldijo al Tercer Maestro Yan en su corazón, pero ella asintió en respuesta. "Por supuesto."

La mañana transcurrió tranquila y el teléfono de su escritorio no sonó en absoluto.

Sus colegas salieron de la oficina para almorzar uno tras otro. Wen Xuxu miró la hora: eran las 11:40 a.m.

Giró la cabeza para mirar la oficina de Yan Rusheng con las cejas fruncidas.

¿Dónde estaba este tipo estos dos últimos días? Se encerró en su oficina y no la buscó en toda la mañana. Este comportamiento es inusual.

Estaba perdida en sus pensamientos cuando la puerta de la oficina de Yan Rusheng se abrió de repente. La figura alta y aparentemente distante de Yan Rusheng apareció a la vista.

Rápidamente retrajo la mirada y fingió estar ocupada examinando un documento al azar en su escritorio.

Yan Rusheng le lanzó una mirada. "Wen Xuxu, ¿por qué no has comprado el almuerzo todavía?"

Todos habían salido a almorzar y eran los únicos que quedaban en la amplia oficina. El ambiente parecía ser más frío.

"Presidente, ¿qué le gustaría comer? Compraré la comida ahora ". Wen Xuxu se levantó apresuradamente y cerró los documentos en su mano. Miró a Yan Rusheng con una sonrisa profesional que había aprendido en una clase de etiqueta.

Sus instintos le decían que el Tercer Maestro Yan probablemente había sido provocado por algo en los últimos dos días cuando desapareció. Lo mejor sería caminar con cuidado alrededor de él.

La expresión de Yan Rusheng se volvió abruptamente unos tonos más oscura. Dijo en voz baja: "Ya que te olvidaste de la hora del almuerzo, no almuerces hoy".

Terminó su frase, se dio la vuelta con frialdad y volvió a entrar en su oficina.

La hora de almuerzo...

Tsk. Son solo las 11:45 a.m. La hora del almuerzo acaba de comenzar, ¿de acuerdo?

Wen Xuxu levantó la mano y miró su reloj. "Son solo las 11:45 a.m."

Sintió la necesidad de quitarse el reloj y correr a su oficina, luego arrojarle el reloj a la cara para que pudiera ver la hora correctamente.

¡Los jefes no puedens er mimados, en serio!

Ella se sentó, echando humo de ira. Su estómago gruñó ante este desafortunado momento.

La pizarra de enfrente tenía notas adhesivas pegadas. Una de las notas Post-it tenía los números de las entregas de alimentos. Tenía su teléfono celular en la mano.

Dudó por un tiempo antes de dejar su teléfono celular nuevamente.

"Es solo una comida que me voy a saltar". Xuxu volvió la cabeza en dirección a la oficina del Tercer Maestro Yan y expresó su disgusto. "Hmph."

Si tú, como hombre, puedes tolerar saltarse una comida, seguramente yo, como mujer, también puedo hacerlo.

Trató de sumergirse en el trabajo para que sus manos y cerebro estuvieran ocupados al mismo tiempo. De esa manera, no se concentraría en su hambre.

El teléfono finalmente sonó después de casi un día. Wen Xuxu estaba categorizando una pila de documentos y no miró el número de extensión. Cogió el auricular y respondió con un "Hola". Sus ojos todavía estaban fijos en su montón de trabajo.

"Wen Xuxu, prepara un poco de café".

Una voz familiar y furiosa sonó desde el receptor y el interior de Wen Xuxu se estremeció furiosamente por un momento. Reunió todo su esfuerzo para responder a la llamada.

"Muy bien, enseguida", respondió y colgó el auricular. Se puso de pie apresuradamente y fue a la entrada de la oficina de Yan Rusheng. Ella tocó la puerta.