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El agudo grito de la señora Weasley fue la causa de que Elio se despertara muy temprano, se sentó en la cama y se fregó los ojos. Miro a su izquierda en dónde se encuentra la cama de su amigo Ron y la vio vacía. Se levantó de la cama con el ceño fruncido de la confusión, su amigo pelirrojo no era de madrugar; se sacó el pijama y fue directo al baño, al terminar su rutina diaria, bajo las escaleras de la madriguera bostezando.
—Buenos dias- dijo Elio cuando se encontraba a nada de llegar a la planta baja de la casa de su amigo. En la mesa se encontraba la mayoría de la familia colorada, con alguien con un cabello azabache que Elio apenas lo reconoció se le fue todo el sueño.
—¡HARRY!- exclamó el chico que acababa de entrar a la habitación. Elio fue rápidamente a dónde su amigo de ojos verdes se encontraba para lanzarse sobre el. Harry todavía sentado en la silla y con un Elio encima suyo abrazándolo fuerte, suspiro aliviado, ya que, no solo había escapado de la casa de sus tíos, sino que también tenía a Elio abrazado a el permitiéndole oler el aroma que el chico desprende de su piel un delicioso olor a coco; el azabache aprovecho tener a su amigo en brazos y apoyo su cabeza en el cuello del más alto, permitiéndole tener más de cerca ese maravilloso aroma a coco que a el le encanta.
Al mismo tiempo Fred con una mueca en su rostro le pasaba por debajo de la mesa 3 galeones a su gemelo quien felizmente los aceptaba y los guardaba en su bolsillo.
—¿Cuando llegaste? ¿Porque no me contestaste las cartas? ¿Que tan mal te trataron los muggles? ¿Te duele algo?- Elio hablo tan rápido que Harry tuvo que frenarlo para que el chico pueda respirar y el le pueda contestar todas sus preguntas.
—Acabo de llegar, después te cuento, como siempre, y no- le responde Harry al castaño mientras se separaban del abrazo, Elio le sonrió y se sentó en la silla que estaba al lado de Harry y se sirvió su desayuno junto al del azabache.
—Me puedo servir yo solo Elio- contestó Harry al ver que el castaño le estaba sirviendo el desayuno, una actitud muy normal en el castaño, el siempre le servía el desayuno a Harry en Hogwarts. Elio gira sus ojos hacia arriba.
—Shh déjame, lo estoy haciendo yo- Y pone otro hotcake en el plato del otro chico.
—Ten cielo acaban de llegar sus cartas de Hogwarts, mañana nos cruzaremos con tu madre para poder ir a comprar los útiles- Dijo la señora Weasley mientras le alcanzaba el sobre. Harry se emociono al escuchar que se verán con Mérida, madre de su pequeño girasol. Esa mujer tenía un lugar muy especial en el corazón del Gryffindor.
Después del agradable desayunó, Elio ayudo a la señora Weasley a juntar la mesa, y cuando Harry iba a ayudar también, Elio le dió un pequeño golpe en su mano junto a la frase "deja eso yo lo estoy haciendo" tomo lo que Harry iba a llevar y le dió un beso en su mejilla ya que se sintió culpable por pegarle. La señora Weasley encargó a sus hijo a desgnomizar el jardín, Harry los siguió ya que nunca vio como se hacía y Elio fue obligado por Harry ya que el azabache lo agarro de la mano y lo arrastró junto a ellos.
Elio se quejó ya que a el no le parecían para nada agradables esas criaturas, aún así se sentó en el jardín algo alejado de dónde los chicos iba a realizar dicha tarea. Cuando fue el turno de Harry, Elio hizo una mueca de asco prometiendose no tocar la mano del azabache hasta que se lave bien las manos. Harry contento por su lanzada volteo para presumirle a su girasol lo grandioso que fue su tiro.
El azabache se aproximó al Ravenclaw y con la mano que tomo a la criatura la paso por toda la cara del otro niño, quien empujó a su amigo y se fue adentro de la casa de la familia colorada a limpiarse la cara. Al entrar al baño se talló fuertemente su rostro con el jabón que estaba en el lavatorio, se enjuagó la cara y se la seco con una toalla. Caminó hacia la habitación de Ginny, tocó la puerta y la niña le abrió. Ambos se sentaron en la cama de la chica y hablaron sobre el colegio, Elio le dió varios consejos para que pueda hacer resúmenes más fáciles y se ofreció a ayudarle en lo que necesite. A la hora se les unieron los gemelos, jugaron al "Monopoly" un juego de mesa que llevo Elio. Obviamente el dueño del juego fue el banco y les explico detalladamente a los pelirrojos cómo se juega.
Cuando la señora Weasley los llamo a comer Blythe se sentó junto a Ginny e ignoro a Harry en toda la cena. El chico al no recibir trato de su girasol se entristeció y se puso a pensar en como le iba a pedir perdón. Elio notaba la mirada de Harry en la mesa y las patadas que el le daba, pero prefirió seguir haciéndose el enojado con el e ignorarlo.
Al acabar con la cena otra vez Elio ayudo a levantar la mesa, la señora Weasley le insistió que ella puede sola, pero al final le agradeció con un beso en la frente y fue hacia la habitación de Ron, dónde los tres dormían. Elio comenzó a escribir una carta para su amiga que le enviaría mañana apenas se despierte, en la que decía que ese mismo día iban a ir a comprar los útiles para su segundo año e invitandola a ir con ellos. Cuando el Ravenclaw estaba por terminar la carta la puerta de la habitación se cierra, el chico levanta la cabeza encontrándose con Harry quien ya estaba con su pijama puesto mirándolo fijamente. Elio desvío la mirada y termino la carta, la doblo y guardo en un sobre dejándola sobre la mesa. Se paró de la silla, agarro su pijama y se encamino hacia la puerta para poder salir de la habitación e ir al baño para cambiarse y hacer su rutina nocturna. Pero Harry no se movía del medio y cada vez que Elio lo esquivaba el otro chico se ponía frente a el. Hasta que por sorpresa Harry se abalanzó sobre el y lo abrazo fuertemente mientras que apoyaba su cabeza en el cuello de Elio, provocando que el chico se ponga nervioso por la cercanía. El águila se extraño de la conducta del león, ya que el que daba muestras de cariño era el, no el azabache. Elio no desaprovechó y abrazo más fuerte al más bajo, quien al sentir la como su girasol correspondía dejo un pequeño e inocente beso en el cuello de el. Elio sonrió al sentir el beso de Harry, se separó un poco de él y ahora el le dió un beso en la frente del chico, ya que la frente de Harry le llegaba justo a los labios a Elio y eso era algo que ambos aprovechaban siempre que podían.
-Perdon por lo de hoy a la mañana, no pensé que te ibas a enojar mucho- dijo el azabache muy apenado mirándolo a los ojos.
-No me enoje en realidad, solo fue una pequeña broma.
-¿Seguro?
-Muy seguro Hazz.
Harry se hizo a un lado y dejo pasar a Elio quien estaba por abrir la puerta pero Ron se le adelantó. El anterior nombrado dejo pasar a su amigo y después entro a su habitación para poder dormir
