sunflower// Harry Potter

PRÓLOGO

DEPRESIÓN: SE CALIFICA A ESTÁ como la incapacidad de sentir alegría, ilusión o en algunos casos incluso placer, y la falta de iniciativa y motivación para hacer las actividades más básicas.

Así fue como Elio paso sus últimas vacaciones antes de empezar su año en Hogwarts.
Su padre Karan Blythe, un amable muggle casado con una bruja de sangre pura, murió a mediados del mes junio a manos de mortífagos.

El junto a su madre asistieron a terapia para poder sobrellevar esta nueva realidad que los mantenía tan alejados de sus vidas.

Con los meses ambos aprendieron a dejar de culparse por ello-aunque Mérida todavía siente culpa de la muerte de su esposo- y volvieron a rehacer su vida solo ellos dos con la compañía de los padres y hermana de Mérida.

Elio en un principio no quería ir a Hogwarts, pero cambio de opinión cuando su tía le dió una charla de mas de dos horas, que lo hizo cambiar de opinión respecto a asistir a la escuela.

Elio le agradece de todo corazón a su tía por la charla, ya que gracias a ella pudo hacer grandiosas amistades.

Esta Ron un chico con un gran corazón y unos padres muy amorosos. Elio siempre ayuda a Ron con sus deberes del colegio -cuando Hermione no los está viendo por supuesto- y Ron a cambio le pide a su madre que le mandé pastelitos ya que el Ravenclaw es fanático de los pasteles de la señora Weasley.

Hermione una Gryffindor de corazón pero estudiosa como una Ravenclaw. Ella es una de las mejor amigas de Elio, ambos son ratas de biblioteca -como Ron suele decirles- y les encanta leer libros muggles juntos frente al lago negro. Se ayudan entre ellos con las tareas y siempre tienen sanos debates sobre temas que a ambos le interesan.

Y por último Harry, el chico que siempre se mete en problemas y como consecuencia Elio termina metido en ellos. El y el azabache a pesar de estar en casas diferentes son como uña y mugre.
Elio cuando conoció a Harry se dió cuenta de lo difícil que fue su vida, y les tiene un enorme odio a los tíos de este por no tratarlo y educarlo cómo se debe; Entonces junto a Hermione, tuvieron una gran idea, darle todo el amor que Harry no recibía por sus tíos. Al principio fue muy incómodo para el azabache, el pensaba que no merecía tal trato. Pero con el tiempo se fue acostumbrando.

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La casa de los Lambert estaba deslumbrante ese día. Todos estaban felices de que su pequeño niño iba a asistir a Hogwarts por fin.
El único menor de la casa saltaba por todo el patio de su hogar persiguiendo a su gato negro como la noche llamado Hércules, que se encontraba escabullendo de su dueño negado a entrar a la jaula.
Hasta que Elio se dió por vencido, entro a su casa y le pidió a su madre si le hacía el favor de meter a su travieso gato a la jaula.
Mérida con tan solo un movimiento de su varita logro que el fugitivo entre a la jaula, tomo el objeto con el animal dentro y se lo entrego a su hijo, quien lo dejo cerca de la puerta de su casa para no olvidar al animal.

Constantine, abuela de Elio, estaba en el salón junto a su esposo viendo el espectáculo que su nieto estaba montando, este tiene la mala costumbre de dejar todo para último momento, tenía su ropa desprolija y su cabello que normalmente está prolijo era un desastre.

El niño luchaba con colocar el pesado suéter de lana en su baúl negro, la tarea se le estaba complicando mucho, ya que el baúl negro rebalsaba.
Izaak se levantó del sillón y con un simple movimiento de varita su baúl estaba acomodado.

-Gracias abu- dijo el niño mientras se acomodaba sus prendas y cabello.
-MAMA APRESÚRATE QUE LLEGAREMOS TARDE A LA ESTACIÓN- grito Elio recibiendo una mirada de desaprobación por parte de su abuela, quien se encontraba justo al lado de su nieto.
-A MI NO ME LEVANTES LA VOZ ELIO BLYTHE- le devolvió el grito la madre mientras bajaba de la escalera, tomo su bolso, la jaula del gato y se direccionó a la puerta principal de la casa. -Papa llevas el baúl de Elio por favor- le pidió.
Izaak saco su varita otra vez y con un locomotor traslado el baúl hacía el auto.