𝘪. 𝘮𝘦𝘭𝘪𝘧𝘭𝘶𝘰

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Un sonido excesivamente dulce, suave o delicado.

Un sonido excesivamente dulce, suave o delicado

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A paso lento te dirigías a la salida de la tal dichosa preparatoria, tu paso aumento más al ver a aquel rubio. Aún que tu paso fue interrumpido por tu compañero de clase.

-Hajime-san- dijo poniéndose delante tuyo tapando así cualquier vista hacia el rubio- Le quería dar esto, el profesor Yoshida dijo que se lo entregara-al recibir los papeles, diste una mini reverencia y te despediste.

Retomando el camino hacía tu novio, aprovechaste de guardar los papeles en tu mochila, ya enfrente de el lo saludaste con un dulce abrazo el cual no costó en ser respondido.

-Estoy cansado-dijo dejando caer su cabeza en tu hombro- andando -volvió a hablar mientras se separaba de ti y empezaban a caminar.

-¿Que clase de tortura es esta? -dijo esperando escuchar algún segundo tu voz-¿Porque no me hablas? -tú solo te dispustiste a soltar una risita

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-¿Que clase de tortura es esta? -dijo esperando escuchar algún segundo tu voz-¿Porque no me hablas? -tú solo te dispustiste a soltar una risita.

Siguieron caminando en un cómodo silencio, tú tratando de tomar la mano de tu molesto novio, y él enojado porque no te haz dejado escuchar. Hasta llegar a tú casa, por sentir un silencio profundo decidiste porfin hablar e invitarlo a pasar.

-¿Te gustaría quedarte un rato? Al parecer no hay nadie-Dijiste dejando tus zapatos en la entrada de la puerta y dirigirte a la cocina.

A lo que el chico iba a negarse, pero al escuchar esa dulce voz que tanto le encantaba, decidió aceptar ocultando el estar emocionado y nervioso. Entró para luego cerrar la puerta detrás de el, imitó tus actos y te persiguió al ver que ibas a tu habitación.

El rubio de lentes se dedico a sacarse algunas de sus prendas y tumbarse en la cama, esperando a que tu salieras del baño, con ya puesta ropa más cómoda decidiste salir y tumbarte a la cama con el, no sin antes poner seguro a la puerta.

Viendo que tu reprochable novio estaba dandote la espalda y no aceptaba tu abrazo, hablaste.

-Kei, no te he querido hablar porque habías dicho que estabas cansado. No quería hostigarte al hablar tanto -dijiste para luego ver como tu rubio se daba la vuelta para poder clavar su cara en tu cuello ocultando lo sonrojado que estaba.

-Créeme que lo único que quiero escuchar ahora mismo es tu voz, tu tan meliflua voz. Vamos, hazme el favor de contarme como te fue hoy.

Empezaste a contar tú día mientras acariciabas el cabello del chico. Empezaste a pensar en que el seguía teniendo la mente de un niño, solo que no le gustaba admitirlo. Bajaste tu mirada y lo viste dormido, como tal bebé después de haber escuchado su cuento de hadas. Después de admirarlo un poco, decidiste caer en la tentación de dormir al igual que él.

Después de todo, te gustaba cuando dejaba de aparentar ser duro y te mostraba su lado el cual solo tu conoces, no muchas veces presenciabas esos sinceros actos.

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ᰔᩚ Publicada: 12/1O/2O
Edit: 25/O4/21
Re edit: 12/O4/22







Tsukishima Kei - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora