-"La inmensidad del espacio. El lugar más tranquilo en el universo, todo gracias a la ausencia de vida en el. O al menos en su gran mayoría. Pues en este preciso instante, un rayo eléctrico surca el infinito a una velocidad incalculable. No siendo otro que el poderoso Zeus. Hace algún tiempo, el rey del Olimpo decidió desafiar al resto de dioses terrestres, perdiendo su primera batalla contra el padre de todo y derrotando al resto solo para intentar sanar su dañado ego. Grande fue su sorpresa cuando se entero de que Asgard no era el único lugar con dioses fuera de la tierra. Fue una vez que derroto a la trinidad de la tormenta: lluvia, viento y trueno (quienes no pudieron hacer nada ni siquiera en un tres contra uno) que supo de la existencia de los dioses antiguos. Viajo hasta su reino y desafió al más poderoso de ellos, derrotándolo con algo de esfuerzo. El resto le dijeron que dos amenazas tenían su mirada fija en la tierra, dos panteones alienigenas. El hijo de Cronos no dudo en lanzarse a la batalla, derrotando a una pareja de dioses, hermano y hermana, quienes tenían a un grupo de planetas dominado con mano de hierro. Al no haber nadie para controlar su ira, ambos dioses murieron. Tras esto surco el espacio para encontrar a su siguiente objetivo, topándose en el camino con algo increíble. Un ser colosal, de 600 metros de alto, más grande que los titanes de la tierra o cualquier gigante de hielo: Un celestial. El ser cósmico ataco al dios, pero sus heridas remanentes de una batalla anterior jugaron en su contra, permitiendole al albino asesinarlo sin mucho problema, dejando su cuerpo flotando en el espacio. Ahora, Zeus vuela para enfrentar su siguiente batalla, una que yo planeo presenciar"-
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Apokolips, un planeta muerto, incapaz de sustentar vida por su cuenta, carente de fuerza o energía. Es debido a eso que debe extraerla de otros mundos, sin importar que estos estén habitados o no, de manera muy similar a cierto ser cósmico.
Aquí, un ser de oscuridad reina con totalidad, siendo respetado pero sobretodo temido por sus súbditos.
Este dios, de momento descansa en su trono, pensando en como deshacerse de una ves por todas de la molestia que representa para el Nueva Génesis. Pero sus pensamientos son interrumpidos por el sonido de una gran puerta al abrirse.
- Mi señor, lamento la interrupción, pero a ocurrido algo sumamente extraño-
- Espero que sea algo que merezca mi atención Steppenwolf- contesta el dios, con un leve brillo rojo en sus ojos.
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