Zeus: Desafiando a los dioses.

Epílogos.

Epílogo 1.

El gigante que vive entre dioses, aquel que a sido aceptado por el rey Aesir como uno más de sus hijos, aquel a quienes sus hermanos y compañeros han dado su título. Loki, el dios de las mentiras, camina por los pasillos de lo que parece ser un palacio, pero no el de Odín, uno que se encuentra en tierras más cálidas. 

No tarda mucho tiempo en encontrarse con aquella por lo que se encontraba allí. 

-¿Y? ¿Qué sucedió?-

-El idiota de Dakuwanga en serio venció a Zeus, no puedo creerlo. Yo pensaba que sería Poseidon quien derrotaría a su hermano, pero no, dejo que ese completo extraño le diera una paliza a su propia sangre- el gigante de hielo ríe para si mismo, pero nota como la mujer que lo acompaña lo mira de una manera "inusual"-¿Por qué me ves así?- pregunta sonriendo nervioso, pero antes de poder reaccionar, siente un pinchaso en el trasero. Su cuerpo se relaja demasiado, cosa que lo hace caer en los brazos de la diosa. 

-Me seguirás contando después, ahora tengo otros planes- le dice con un tono de voz seductor. Loki muestra una mirada de cómplice en su rostro, pero muy en sus adentros la preocupación se hace presente. Pero sin que el pueda negarse, la mujer se lo lleva a un lugar más privado. 

Epílogo 2.

Momentos después de la partida de Zeus del reino de los dioses antiguos, Cetrion se acerca a uno de sus compañeros, el mismo que perdió en combate contra el Olímpico.

-¿No crees que eso fue demasiado?-

-Ese idiota vino hasta nuestro hogar, insulto nuestro honor y me humillo. Eso no puede quedar impune- menciona con odio en su voz.

-Prácticamente lo enviaste a una sentencia de muerte- menciona ella, pero a su compañero no le interesa-Y lo peor, colocaste a la tierra en el punto de visión de dos de los mayores males del universo-

-Nuestro deber es evitar que la magia de fusión y de almas se use sin control, no esta en nuestro control decidir que planeta vive o muere-

-¡Pero tu has condenado a la tierra!-

-Parece que olvidas que tenemos a nuestros heraldos en ella, Raiden y sus hermanos la protegerán si algo sucede- 

-Tu y yo sabemos que su poder no sera suficiente-

-Sea así o no, no me interesa, no es mi problema- recalca volteando para observarla a la cara-Fin de la conversación- sentencia antes de retirarse con dificultad. 

Epílogo 3.

Un tarde tranquila, a un par de horas para que el sol de paso a la luna. Territorio Olímpico, más especifico, Themyscira. Las mujeres que habitan la isla realizan sus tareas con normalidad, aunque expectantes por una próxima llegada. Pues en una zona alejada de la isla, una pequeña construcción en medio de una gran pradera es testigo de un gran acontecimiento.

Fuera del lugar, las diosas Hestia, Artemisa, Afrodita, Hera y Atenea esperan de pie, mientras un poco a la distancia, dos grandes criaturas yacen en el suelo, descansando. Una gran tiranosaurio de colores rojizos y una cryolophosaurus de colores azulados y celestes. Y aun más alejado de las mujeres divinas, un enorme hombre juega con una pequeña niña, pasando ambos un agradable momento. 

-Me sorprende que alguien tan intimidante pueda ser tan capaz de jugar con una niña tan delicada sin lastimarla- menciona Artemisa observando la escena a lo lejos.

-Diana no es una niña delicada Artemisa, a su edad ya es más fuerte que la mayoría de las amazonas- responde Hera. 

Nos movemos para ver mejor la escena, donde el poderoso Thor juega con la pequeña hija de Hipolita, donde la niña intenta golpear su rostro mientras el interpone sus manos o desvía sus ataques, teniendo cuidado con su fuerza. Pero interrumpiendo el momento y la tranquilidad, varios truenos resuenan en la distancia, los cuales Odinson no esta provocando. Y cuando estos finalizan, un llanto infantil es todo lo que se deja escuchar, sorprendiendo a los presentes. Thor se distrae ante esto, permitiendole a la niña golpear su rostro con todas sus fuerzas, desequilibrando al enorme dios.

-Eres fuerte Diana- le dice moviendo sus cabellos con su mano-Pero dejemos este juego para después, vayamos a conocer a tu hermana- la niña se emociona al escuchar esto. Thor intenta cargarla para llevarla sobre sus hombros, pero la niña sale corriendo en dirección a la cabaña, donde las diosas esperan junto a la puerta. Al poco tiempo, a la espera se suman los dos dinosaurios que antes dormían y poco después Diana y Thor. El dios del trueno no tarda en sentir como una mirada se posa sobre el.

-¿Vas a intentar seducirme de nuevo Afrodita?- 

-Solo por ser una ocasión especial te dejare en paz, pero te prometo que algún día te tendré en la cama- 

-Sigue soñando- en ese momento, una mujer de tez morena y cabello verde abre un poco la puerta. 

-¿Quienes quieren ser los primeros en conocer a la pequeña?- pregunta la titan en un tono cálido y maternal. Las diosas se apartan un poco, y de un ligero empujón, Thor hace que Diana entre en el lugar, entrando poco después a sus espaldas. 

Allí, en una habitación iluminada por plantas fluorescentes, Hipolita descansa en una cama con un pequeño bulto entre sus brazos. Diana sube a la cama de inmediato, tratando de apartar la manta con sus manos, mientras el pelirrojo se acerca al rostro de la rubia, besándola de forma cariñosa en los labios. Una ves se separan, la mujer posa su mirada sobre su hija mayor. 

-Que impaciente eres Diana- dice divertida-No te preocupes, ella también esta ansiosa de conocerte- le dice mientras se sienta, apartando un poco la manta para mostrar el rostro de la bebe.

-Es preciosa- alcanza a decir la niña, observando a su pequeña hermanita. La bebe abre lo ojos mientras se retuerce, siendo lo primero que ve a su hermana mayor, dedicándole una sonrisa y una tierna risilla. Hipolita deja que sus hijas se conozcan, mirando enternecida como Diana observa a su hermana. Después voltea a ver al padre.

-¿Quieres cargarla?- le pregunta. Thor solo asiente, un tanto nervioso. Ella estira los brazos y le entrega a la bebe. Odinson la sostiene con sumo cuidado, meciéndose un poco hasta lograr hacerla sonreír. Con lo dedos aparta la tela que aún cubre parte de la cabeza de su hija, revelando su cabello rubia como el de su madre. Thor pasa su pulgar por los cachetes de la niña, acarisiandolos para después tocar su nariz. Esto provoca que la pequeña estornude, momento en el que un rayo resuena en el exterior. Pero el sonido no asusta a la bebe y Thor logra observar un ligero destello eléctrico en sus ojitos. 

-Mi pequeña y hermosa Torunn- 

Epílogo 4.

Un planeta lleno de muerte y desesperanza, actualmente en peor estado debido a una titanica lucha entre su gobernante y un forastero. Es en su trono, donde el dios oscuro descansa, recuperándose lentamente de la heridas obtenidas en la batalla. En eso, Steppenwolf entra en la sala, caminando hasta quedar frente al trono y arrodillarse. 

-Mi señor ¿Desea que prepare a las tropas para una invasión?-

-No Steppenwolf-

-¿Dejara a ese dios sin un castigo por sus acciones?-

-Créeme, me encantaría tenerlo de rodillas frente a mi, suplicando por una piedad que no llegara. Pero una guerra contra los dioses de la tierra nos dejara en peor estado que el actual- 

-Pero, mi señor...- el general calla cuando Darkseid alza su mano.

-Además, para que desperdiciar tropas y energía, cuando gracias a Zeus, la ira de Trigon se cernirá sobre el planeta azul, y todo aquel quien se atreva a protegerlo- menciona con una media sonrisa.