«Recorte De Presupuesto»

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XXIII MESES DESPUÉS—

El tubo me dejó en la Capicueva. El silencio reinaba en el lugar, al igual que una calor sofocante.

Mia.- ¡Volví! -Grité al aire- Que grata bienvenida.

A los segundos el otro tubo me devolvió mis maletas, las alcé y caminé hacia el engranaje, deteniéndome en el brazo del sillón giratorio.

"Ray. Salí a comparar un traje de danza. -Schwoz"
En qué lío te abras metido mi enano amigo

Volví a pegar la nota sobre el sillón y regresé a lo mío.

Nada había cambiado, el sillón, la mesa de control, apuesto a que no han hecho una limpieza profunda en todo este tiempo. Saqué la llave de mi habitación y abrí el candado.

Ni siquiera aquí funcionaba el aire acondicionado. ¿Qué Schwoz ya no vive aquí? ¿Por qué no lo arregla? ¿O acaso esto se convirtió en una cueva fantasma que fue tomada por criminales y los empleados con el inestable de mi hermano se mudaron a una nueva Capicueva creada por Schwoz?

No, eso sería tonto. Ni que los villanos sean ordenados y limpios con sus lugares de trabajo.

Al Día Siguiente.

Piper era la única con la que había mantenido el contacto, también sabía sobre mi fecha de retorno. Por ello hoy planeaba ir a su casa a darle una pequeña sorpresa.

Salí a la parte principal de la Capicueva, la calor me estaba matando y si no fuera indestructible, ya estaría derretida.

Mia.- Hielo -Ordené con la mano en el botón.

Hielo. Dos dólares.

Mia.- ¿Cómo? ¿Si sabes con quién hablas máquina mal hecha? -Cerré los ojos con fuerza.- Tranquila Ale, no es su culpa.

Salí de la Capicueva respirando exageradamente. Saqué comida de una tienda rápida a dos cuadras de distancia de mi pasado paradero, porque con la barriga vacía no llego a ninguna parte.

[...]

La música en la casa de mi amiga se escuchaba desde aquí afuera. Creo que no está del todo sola.

Toqué la puerta un par de veces tratando de ser civilizada, pero la paciencia no está entre mis virtudes y entré sin hacer escándalo. Habían varias chicas tomando té y un niño intentando bailar en el medio.

Mi amiga casi se ahoga al verme, dejó la taza con una de las chicas y corrió a abrazarme.

Piper.- ¡Estás aquí!

Mia.- ¡Aquí estoy!

Piper.- ¡No me avisaste!

Mia.- ¡Era una sorpresa! -Volvimos al contacto físico.

Piper.- Llegaste en el momento perfecto. Es una fiesta de té.

Mia.- No me llegó la invitación ni por internet.

Piper.- Tú no necesitas invitación para ninguna de mis fiestas. ¿Desea una taza de té?

Mia.- Claro que sí.

Piper.- Calienta el agua en la cocina. - Se alejó con una sonrisa en su rostro volviendo a su asiento.

Mia.- No extrañé eso. - Dije para mí misma.

Mia.- ¿Schwoz?

Schwoz.- Se volteó - ¡Mia! ¿Qué haces aquí?

Mia.- La pregunta sería ¿Tú qué haces vestido así? - Señalé su traje

Lady GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora