M:
Ayer llegaste llorando a mi casa, sollozando que otra vez él te había hecho daño con sus acciones.
¿Cuántas veces no te había dicho yo que a su lado sólo te esperaba sufrimiento?
Trato de recordar las numerosas ocasiones en que intenté convencerte de que siendo tan maravillosa como eras, podías conseguir lo que sea que tú quisieras.
Pero, vaya. Tú sólo lo querías a él.
-P
ESTÁS LEYENDO
Ojalá supieras cuánto te quiero
Short StoryP es como cualquier otro hombre enamorado. M es una mujer de la que cualquier hombre como P se enamoraría. Ahora bien, una mujer como M jamás se enamoraría de un hombre como P. M es de esas princesas que terminan siempre enamorándose del dragón. ...