El Bello y la Bestia (kookmin)

10. Fiesta de Cumpleaños

Nueve de la mañana. Jeon Jungkook permanecía aún en su cama, tratando de olvidar que día era hoy. Si tan solo pudiera desvanecerse por un día o eliminar esta fecha del calendario

-¿J-Jungkook-ssi, se encuentra bien? – llamó Jimin desde fuera de la habitación de su esposo.

Usualmente a esta hora Jungkook ya estaba fuera de casa ubicado en el escritorio de su oficina. Jimin se sentía extrañamente preocupado por lo que sea que le pudiera estar pasando al hombre dentro de esa habitación.

-¡largo de aquí mocoso! – vociferó Jungkook enterrando la cabeza entre las almohadas.

Jimin dio un suspiro derrotado y regresó a la cocina. Solo. Y no es que le importara la compañía de Jungkook. Ese era su ser normal, siempre preocuparse por los demás. Su corazón no conocía el odio.

Jungkook seguía intentando hipnotizarse así mismo e ignorar que día era hoy. Cuántos malos recuerdos le traían esta fecha. Y más aún cuántas risas y felicitaciones falsas. Estaba seguro que más de uno de sus empleados le deseaba la peor muerte pero la necesidad de conservar sus empleos les hacían falsear unas sinceras felicitaciones por esta fecha.

Hoy era su cumpleaños número 29 y todo lo que quería era que el mundo lo hiciera a un lado y olvidara su existencia.

Finalmente se rindió al darse cuenta que no podía estar de por vida enterrándose en su cama y con toda pereza se vistió y salió de su habitación.

-¡¡SORPRESA!!! – Jungkook casi pierde los papeles cuando una lluvia de confeti cayó sobre su rostro y logró reconocer a su abogado y mejor amigo de pie detrás de la mesa del comedor al lado de su joven esposo. Ambos con gorros de fiesta y un modesto cartel colgado en el techo con las letras "Feliz Cumpleaños" impresas.

Hoseok no paraba de tocar la pequeña corneta que llevaba en manos mientras que Jimin permanecía de pie tímidamente observando el piso. El joven recién casado lucía demasiado adorable como para no dejar de mirarlo.

Los ojos de Jungkook captaron las mejillas ligeramente sonrojadas de su joven esposo. Inmediatamente Jungkook sacudió sus pensamientos.

-¡¡que demonios es esto!! – reaccionó el dueño del cumpleaños, haciendo temblar a su esposo quién se colocó detrás de Hoseok buscando protección.

-¡es tu regalo de cumpleaños idiota!, ¡deberías agradecer que me tomé la molestia de organizarlo todo a pesar de cómo te has estado comportando últimamente! – respondió Hoseok en defensa del inocente muchacho que se escudaba detrás suyo.

-sabes que odio esta fecha – Jungkook pretendió seguir de largo pero fue detenido por su amigo

-es la primera vez que celebras tu cumpleaños con Jimin, al menos quédate un rato, compré un pastel y Jimin hizo sopa de algas.

-¿sopa de qué?.....

-¡sopa de algas idiota! Todo el mundo la toma en su cumpleaños.

-¡me largo de aquí!

-¡vamos Jungkook! Al menos hoy no actúes como la bestia que eres siempre – suplicó Hoseok.

Como ya era costumbre, Jungkook fulminó a su amigo con la mirada antes de sentarse en la mesa decorada con un hermoso y pequeño pastel.

Hoseok sonrió complacido al ver a su amigo tomar asiento en la mesa.

-aquí... - el abogado colocó el plato de sopa frente a Jungkook quién lo miró con cuestionamiento.

-todo el crédito es de Jimin, aunque no sabe preparar comida coreana lo hizo muy bien solo con la receta que le dí – elogió Hoseok al muchacho parado aún del otro extremo de la mesa.