Un Kazuma Diferente

Enseñándole A Estos Aventureros

- ¿Que pasara con mi ropa?

- No te preocupes , ya me encargare de eso

- Bien todo listo, ¿pero que les enseñaré?

-...

- Espera... ¿No sabes que les puedo enseñaré?

- Con respecto a eso pensaba que les podías enseñar una que otra habilidad.

- ¿Te olvidas que la mayoría de habilidades que se, las uso para la clase de trabajo que hago?

- Ahora que lo pienso mejor creo que eso podría delatarte al igual que a mí. Supongo que después de todo cancelare lo de mi amigo.

- Espera, lo haré.

- ¿Enserio?

- Si

- ¿Por qué?

- A decir verdad no puedo imaginar lo que podrían hacer los aventureros si no tienen la experiencia suficiente, ademas nunca he enseñado así que pienso que también puedo sacar algo importante de esta experiencia.

- Esta bien, ¿Pero que les enseñaras?

- Ya pensaré en eso después

- Esta bien, puedes quedarte a dormir aquí por hoy.

- Esta bien, pero necesito que hagas algo con lo de mi ropa.

- no te preocupes yo me encargare de eso.

- Bueno, creo que subiré a la habitación.

- Esta bien descansa.

Despues de aquella charla decidí subir a la habitación en donde me había hospedado anteriormente, nunca había pensado en enseñarle a alguien, pero creo que esta será una nueva experiencia y tal vez pueda sacar algo bueno de esto. Aún así no podía ir vestido de la misma forma, en especial después de lo que pasó con aquellas tres, aunque en este momento me preguntó qué les podré enseñar, pero supongo que eso lo dejaré para el día de mañana. Decidí recostar me sobre la cama y mirar el techo hasta que darme profundamente dormido.

Al día siguiente...

Después de dormir un poco, decidí salir de mi habitación, pero antes de salir de la habitación pude observar que había una carta en la habitación y junto a ella había lo que parecía ser algo de ropa.

Decidi leer la carta para ver que era lo que pasaba. Al parecer la carta decía que Albert no estaría en casa por lo que me había dejado la ropa que iva a ocupar para enseñarle a los aventureros. Supongo que tenía asuntos más importantes que atender.

Después de haber leído la carta decidí sacar la ropa que iva a usar, pues esta se encontraba dentro de una bolsa negra, al parecer la ropa que se encontraba en la bolsa se parecía mucho a la que usaba cierto archiduque del infierno, sólo que a diferencia de la que el solía usar, esta tenía la mayor parte de color blanco. Aunque después de todo no me convenció la ropa, así que decidí fabricar mis propias opciones.

Entonces decidí alistarme para después salir de la cabaña para dirigirme hacia Axel. El clima era perfecto, el cielo estaba despejado y habia un sol radiante, pero por alguna razón presentía que algo interesante iva a ocurrir, supuse que no era nada y decidi seguir caminando. Mientras caminaba me preguntaba varias cosas como lo eran "¿Que les podré enseñar?", después de todo esta era la primera vez que le enseñaría a un grupo de aventureros, después de todo no soy experto en esta clase de cosas.

Después de pensar en múltiples opciones y analizar cada una de ellas decidí llevarlos a una mazmorra para observar sus habilidades y de lo que eran capaces cada uno de ellos, también tenía que ver cuáles eran sus fallos para que yo como maestro pudiera enseñarles como mejorar. Tal vez la mayoría de mis habilidades, las usaba para trabajar, es por esto mismo que no les podía enseñar nada, pero si les podía enseñar como mejorar en las habilidades que sabían, después de todo en este tiempo conoci a muchas personas las cuales me enseñaron sus habilidades y como mejorar cada una de ellas.