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- El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura...- Dice una voz metálica al otro lado del móvil.

La chica que intentaba llamar se da por vencida y apoya la cabeza en la ventanilla. Resopla y cierra los ojos. Zoey tiene dieciséis años, es la chica rubia con los ojos verdes. Se encuentra sentada en la furgoneta de su padre. Su hermana de trece años, Mackenzie, dormita abrazada a un gran oso de peluche de color marrón. Su padre la mira por el espejito del coche.

- ¿Te encuentras bien Zoey?- Dice su padre.

"No" Piensa ella "No me encuentro bien, ya que a ti se te ocurrió la fantástica idea de mudarnos a otro estado porque Iowa te trae demasiados recuerdos de mamá. Me has hecho separarme de mis amigas, de mis estudios y de la persona a la que  me saca sonrisas cada día. No me encuentro bien."

- Estoy bien papá.- Dice ella, secamente.

- Me gusta cómo te queda el pelo así.- Añade él.

Zoey pone los ojos en blanco y suspira. Una lágrima resbala por su mejilla. Vuelve a mirar su teléfono. Tiene un mensaje:

Vive hoy, el pasado se quedó en el pasado y el futuro está por venir, no sabes lo que te va a pasar, asique no te pongas triste. Te quiero Zoey.

 

Zoey sonríe tristemente y las lágrimas inundan sus ojos.

- ¿Por qué lloras Zoey?- Pregunta una voz a su lado.

Mackenzie se ha despertado y la sonríe adormilada.

- ¿Quién te ha escrito?- Insiste la pequeña.

- Kaylee. Kaylee me ha escrito.- Le responde Zoey

La pequeña sonríe. Sabe que Kaylee es la mejor amiga de su hermana mayor. Decide no preguntar más y vuelve a dormirse.

Solo llevan dos horas de un viaje de un día de recorrido.

"¿No había un sitio más lejos?" se pregunta Zoey.

Decide seguir mirando los camiones que pasan. Media hora después nota como le pesan los párpados y lentamente se queda dormida.

 

-Zoey, Zoey despierta.

Zoey abre los ojos lentamente.

-¿He... Hemos llegado ya?- Preguntó medio dormida

Su padre sonrió y negó con la cabeza. Después miró a un motel que tenía detrás. Zoey bostezó y se desabrochó el cinturón. Miró su móvil. Tenía dos llamadas perdidas y tres mensajes:

¿Zoey? ¿Habéis llegado?

Supongo que no, estarás dormida 

 Te quiero un porrón, vale? Ni se te ocurra olvidarme, porque iré a Miami con mi unicornio volador y te cantaré las cuarenta en cuanto llegue allí. Te quiero princesa <3

 

Zoey sonrió."Esta chica está loca." Se dijo a si misma. Salió del coche y se estiró. Luego se frotó un ojo y buscó alguna señal que le indique dónde se encontraban. Vio un cartel que decía: "Mt Pleasant" Suspiró, les quedaba mucho recorrido todavía.

-¿Por qué hemos parado?- Preguntó la chica con sequedad.

- Pues porque tenía que ir al baño y vosotras tenéis que estirar las piernas- Dijo su padre-. No me hables así, o saldrá mañana en el periódico "Niña abandonada en una gasolinera de Mt Pleasant".- Y se rió.

Zoey estaba roja de ira. Odiaba de la manera que su padre le decía las cosas. "¿Quién se cree que es?" Se preguntó. Estaba sentada en un bordillo, mirando a su hermana, que juega con un niño rubio. De vez en cuando bajaba la mirada y contemplaba sus converse negras.

- A mi primo le gusta jugar con tu... ¿hermana?- Escuchó una voz a su espalda.

Zoey se dio la vuelta. Un chico moreno, de unos dieciocho años, la miraba divertido. Zoey asintió e intentó sonreír.

- Me llamo Mason, vengo de Ohio, ¿Y tú? – Le preguntó el chico de adorable sonrisa.

- Yo... Yo soy Zoey, soy de Iowa.

Él sonrió.

- ¿Os quedáis a dormir?- Preguntó mientras se sentaba a su lado.

- En realidad... No sé. Mi padre tenía que ir al baño, pero lleva ya media hora...- Suspiró Zoey.

- Los chicos nos tiramos nuestro tiempo.- Dijo, la chica le miró.- No pareces contenta.

Zoey miró a su hermana y suspiró nuevamente.

- No lo estoy.- Le contestó sin mirarle.

Mason le dio una palmadita en la espalda y ella le miró, con una pequeña sonrisa.

- ¿Cuántos años crees que tengo?- Preguntó Mason.

- Mmmh... No sé... ¿Diecinueve?

El chico abrió la boca y después se rió a carcajadas.

- ¿Qué? ¿De qué te ríes? – Le preguntó Zoey, asustada.

- Tengo dieciséis.

Entonces fue Zoey quien se sorprendió. Parecía mucho más mayor.

- V-Vaya... Perdona.. N-No tenía ni idea...

- ¿Te disculpas?- Se extrañó él

- Es que... Te he cargado tres años más...

Él chico hechó la cabeza hacia atrás y rió nuevamente. Luego volvió a mirar a Zoey. Ella le sonrió y volvió a mirar a sus zapatos.

- ¿A dónde viajas para estar tan triste?- Preguntó Mason después de un rato.

- A Miami.

- Pero mujer, Miami es... Miami es el paraíso.- Dijo Mason, levantando los brazos.

La chica le miró, divertida.

- Lo sería si no me hubiesen separado de todo lo que amo...

Una lágrima comienza a rodar por la mejilla de Zoey. Mason la miro sonriendo, y le limpió la lágrima con el dedo índice. Zoey le sonrió, pero su sonrisa se borró cuando Mason se inclinó para besarla. Le entró el pánico y se levantó corriendo. Mason estaba rojo de la vergüenza.

- Pe-Perdona yo...- Empiezó a decir.

- Lo siento Mason, tengo prohibido enamorarme.- Le dijo Zoey con una sonrisa triste.

- ¿Perdona?- Preguntó Mason, extrañado.

Zoey se rió y le relata el porqué de aquella extraña prohibición.

- En mi antiguo instituto, había un chico... Se llamaba Ethan, y era... Puff... Era como una estatua griega.- Mason resopló y se frotó la nuca, Zoey le sonrió - Yo a él le gustaba, y él, me gustaba a mí. Empezamos a salir, pero dos meses después, llegó al instituto una chica que era como una top model. Se llamaba Emma, y Ethan se enamoró perdidamente de ella. Yo le notaba extraño, pero él no me decía nada. Un día, nos fuimos a una granja-escuela con el instituto. Ethan y yo dormíamos en la misma habitación.- Mason abrió los ojos como platos.- No, no pasó nada... Porque él no quiso. Dos semanas después de la granja-escuela, me enteré de que Emma y Ethan... Habían... Bueno, se habían estado viendo. Me quedé rota. No volví a hablarle, y cuando él me lo quiso explicar, bueno, yo le... Le di una bofetada. A mi mejor amiga Kaylee, le pasó algo parecido y juntas hicimos un reglamento. La primera norma era "Prohibido enamorarse" Y... Ya, no tiene mucho más la historia...

Mason asintió un par de veces. Luego sonrió a Zoey y le plantó un beso en la mejilla.

-Me tendré que contener, pues- Dijo sonriendo.- Nos vemos Zoey.

Alma soñadora {Souldreamer}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora