O8. Ustedes están... ¿borrachos?

265 37 0
                                    

Sigrid era una persona muy paciente, sobre todo en lo que a Cinco respecta. Tanto así que el ojiverde podía catalogar a Sigrid como la persona más paciente que ha conocido, la chica se quedó junto a él toda la tarde vigilando para ver si salía Lance, el doctor que habían ido a ver los días anteriores, en busca de información sobre el ojo o algo que pudiera darles una pista de quién podía ser el dueño. Incluso tiempo después de que Luther y Klaus se fueran, Sigrid no se movió del regazo de Cinco; la daltónica jugaba con la corbata de Cinco mirando de reojo a su alrededor y al hospital, para luego mirar a Dolores y sonreírle con ego.

— ¿Qué haces? —cuestionó Cinco mirando las pequeñas manos de Sigrid jugar con su corbata.

— Juego —respondió la rubia antes de dejar su cabeza en el hombro del muchacho—, ahora te abrazo —comentó envolviendo al chico en sus brazos y aspirando su aroma a café.

— ¿Y ahora me olfateas? —preguntó con diversión pues el aliento de la chica le generaba cosquilleo.

— Sí, a una parte de mi aún le cuesta aceptar que realmente estás aquí y no es una alucinación mía —declaró Sigrid mirando los ojos verdes del muchacho que la miraba con una expresión de ternura.

— Espero que lo acepte pronto, porque realmente estoy aquí y no pienso volver a irme... no sin ti —Cinco dijo lo último en un murmullo tan bajo que Sigrid no pudo escucharlo; el chico estrujo despacio a la chica entre sus brazos, mirando hacia al frente.

Los ojos de Sigrid se enternecieron, sintiéndose plena al estar junto al chico que había pensado no volvería a ver jamás.

— Lo sé, ésta vez no te dejaré ir solo.

Ése pequeño murmullo de Sigrid era suficiente para lograr que el corazón de Cinco se sintiera en calma por un momento, él tampoco tenía planeado dejarla sola otra vez, sin importar lo que pasará está vez la protegería y no la apartaría de su lado.

— Me alegro, tampoco planeo permitir que aquello pase —aclaró Cinco mirando las puertas del laboratorio.

Y en eso se baso su tarde, Sigrid jugueteando con las manos de Cinco para evitar que Cinco se durmiera y tuviese pesadillas nuevamente, mientras que Cinco vigilaba a las personas que entraban y salían al laboratorio. Estaba anocheciendo cuando Lance salió del Laboratorio, indicándoles que era su momento de trabajar.

— ¿Es hora de trabajar? —comentó Sigrid al notar que el chico la acomodaba en su regazo.

— Sí, ahí está nuestro hombre, vamos.

La daltónica apenas pudo abrir la boca para exclamar un pequeño pero animado "¡vamos!" cuando el ojiverde los teletransportó al auto donde Lance se encontraba. Lo siguieron de cerca aprovechando el poder de invisibilidad que Sigrid podía darles a ambos pero tras un largo tramo sin obtener nada más que la dirección de la casa del tipo, decidieron descansar en una habitación vacía de un hotel.

— Solo faltan seis días y no he avanzado en nada, no estoy más cerca de encontrar el causante del apocalipsis de lo que lo estaba ayer.

— Eso no es cierto, conocemos la dirección del doctor. Podemos darle una visita mañana. Por ahora, date una ducha y descansa, no hay más que podamos hacer.

La rubia dió un pequeño empujón en la espalda del chico quién accedió de no tan buena gana a lo que le decía, si quería descubrir al culpable tenía que estar descansado para poder luchar contra él.

❛ ✧ ❜

Era muy temprano por la mañana cuando Cinco levantó a Sigrid y se escabulleron en el auto del doctor, la rubia volvió a ambos invisibles en lo que esperaban a qué el propietario apareciera y, una vez el hombre entró con su perrito, Sigrid volvió a ambos visibles. Cero tomó al perro en brazos mientras que Cinco amenazó al doctor con un cuchillo.

- ̗̀Lover of mine ⸙ ꒰ Five Hargreeves ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora