Chapter 3

25 9 0
                                    

—¿Entonces? —Animo al grupo para que digan otro juego.
—¿A la botella? —Habla por fin Matthew repitiendo el mismo juego que había dicho Alesna hace dos segundos antes de que Austin la interrumpiera.
—Puede ser —Sonríe Mily— ¡¿Qué dicen?!
Todos están de acuerdo.
Austin busca por los alrededores una botella de ron vacía y cuando la encuentra la coloca sobre la mesa que está en medio de nosotros.
—Vamos a la botella pero no con besos —Dice Austin.
Se supone que cuando la botella escoja una pareja usando los dos extremos de la botella deben besarse...
—Solo dos opciones —Continua Austin— Pueden elegir «Diez minutos en el cielo» Ósea en el closet —Se ríe— O una botella entera de cacique.
—¡Vale! —Grita Mily alegremente.
Austin pone a girar la botella y primero señala a Alesna y a Ben.
—Esto va a estar bueno —Se ríe Austin— ¿Entonces? ¿Qué eligen? —Continua— ¿Diez minutos en el cielo o una botella entera de cacique?
—¿Una botella cada uno? —Dice Ben— No qué va.
Yo miro a Austin con una ceja enarcada.
—Pues la mitad cada uno pues —Dice Austin— Si son llorones.
Alesna mira a su novio Jake y Michelle también mira a su novio Ben.
—Diez minutos en el cielo —Decide por fin Alesna.
Los chicos se ríen y Ben junto con Alesna se van al closet más cercano.
—¿Crees que cojan? —Me dice Austin cuando se sienta en el mueble conmigo en su regazo pero lo dice a un tono algo elevado para que Michelle y Jake lo escuchen.
—Cállate tío —Lo mira Jake con una mirada de advertencia.
—Yo solo digo bro —Levanta los brazos Austin para hacerse el inocente.
Pasan los diez minutos y Alesna sale de closet junto con Ben, todos hacen silencio cuando ellos se sientan con sus respectivas parejas.
—No voy a preguntar si cogieron ya que no quiero recibir puñetazos hoy —Bromea Austin y vuelve a girar la botella.
La botella apunta a Mile y a Jake. Ellos eligen la botella de cacique que se toman entre los dos en menos de diez minutos. El juego sigue y sigue, me toca a mí una vez pero me tocó con Mily así que fuimos al closet y todos nos preguntaron si hicimos algo cosa que no fue así. Es muy normal que entre Mile y Alesna o entre Mily y yo o algo así haigan besos de vez en cuando toqueteo entre Mily y Michelle. El machismo de hoy en día.
Pasan las horas y ya casi todos estamos borrachos o colocados, yo aún sigo consiente y ya recibí mi premio por el mejor traje que simplemente es una nalgada y cien dólares en efectivo. A mí me falta unas copas más para ir corriendo al baño y vomitar pero sigo consiente, fumé algo pero no estoy del todo colocada como Austin. Giran por enésima vez la botella creo, ya ni sé cuánto la han girado y para mi sorpresa escoge a Matthew y a mí. Todos en el grupo saben que rompimos y literalmente no sé qué hacer. No puedo elegir la botella ya que estoy a punto de caer inconsciente y aunque Matthew aún no está del todo borracho no creo que yo aguante mi parte y no puedo ir con él al maldito closet.
«¡Maldito juego!»
—¿Entonces? —Dice Ben— ¿Qué eligen?
—Yo no podría con la botella —Confieso.
—Entonces vayan al closet —Opina Mily.
«¡Claro! Como tú no eres su ex»
Matthew se levanta para mi sorpresa y yo hago lo mismo ya que no me puedo zafar del reto. Si intentas dimitir pues te obligan a tomar agua sucia o a desnudarte completamente y andar desnuda o desnudo el resto de la fiesta. Algunas veces te ocultan la ropa y tienes que volver desnudo a casa.
—¡Vayan! —Insiste Alesna.
Austin mira a Matthew un segundo y antes de que me separe de él me toma de la mano. Austin me mira como diciéndome «No hagan ni una mierda» Ya que a pesar de todo Austin ha sido mi mejor amigo y mi trapo de lágrimas aunque a veces le gusta que me suba la autoestima con fiesta y alcohol pero si no fuera un yonqui sería un gran amigo. Yo me suelto de su mano y camino con Matthew hasta el closet. Ambos entramos y Matthew cierra con seguro para luego sacar su celular. El maldito closet es diminuto y no puedo estar a más de un metro de él.
—¿Qué te parece si hacemos preguntas profundas para matar el tiempo? —Me pregunta.
—¿Cuánto queda? —Intento evadir su pregunta.
Él mira la pantalla encendida de su móvil.
—Nueve minutos con cinco segundos —Responde él leyendo el tiempo restante— ¿No quieres hacer preguntas?
—Cállate Matthew —Digo cruzándome de brazos.
Él se encoje de hombros.
—Solo porque hayamos roto no significa que seamos enemigos —Aclara él con voz dulce y amable.
Como siempre. De todo el grupo Matthew es el mejor ya que es más amable y muy bueno para nosotros, por eso cuando se los presenté a mis padres como mi amigo él los conquistó y cuando supieron hace dos años que era mi novio se alegraron tanto que hasta hicieron una cena de celebración.
—¿Qué parte de «Cállate Matthew» No entendiste? —Le repito fastidiada.
—Disculpa Christine —Odio que sea tan amable.
—¿Cuánto falta? —Vuelvo a preguntar.
«Esto es una eternidad»
—Ocho minutos y veinte segundos —Dice mirando su celular— ¿Por qué estás con Austin? Es un puto yonqui.
—Eso no te interesa Matthew —Pongo los ojos en blanco— No te interesa con quién salgo.
—Sé que no salen —Me aclara él tranquilamente— Por eso aún no le he caído a golpes.
Yo mantengo la boca cerrada ya que es cierto.
—Pero sé que estás apegada a él como lo estás haciendo por provocarme —Añade él tranquilamente— Por eso también no le he partido la cara.
—Ya pues —Lo detengo— Ya entendí y si yo estoy con Austin sea como sea no te interesa.
—En realidad sí —Confiesa— Aún sigo loco por ti.
Yo me encojo de hombros pero permanezco callada.
—Fueron dos años Christine y sabes que te amaba demasiado y lo sigo haciendo —Añade.
No voy a dar un brazo a torcer. Sufrí mucho con él ya que siempre quería estar colgado de mí y me mentía demasiado. Ocultaba muchas cosas a pesar de que toda nuestra relación siempre fue de puta madre. La gota que colmó el vaso fue cuando me enteré que compartía con Ben y Jake nuestros momentos íntimos que eran demasiados. No me importa del todo si soy sincera ya que ellos también son mis amigos y son cosas normales entre hombres pero no voy a dejar que me humillen así.
—Perdóname Christine —Dice sacándome de mis pensamientos.
En eso el celular comienza a sonar y para mi sorpresa es mi canción favorita.
—¿Por qué pusiste Like That de Bea Miller? —Le digo sorprendida— Sé que la odias.
—Supongo que me gusta ahora...
El celular indica que los minutos por fin pasaron y ambos salimos del closet. Yo camino rápidamente hacia Austin y me siento en su regazo.
—¿Qué hicieron? —Pregunta Ben animado.
Austin le lanza cuchillos por los ojos cosa que le agradezco.
Los chicos no preguntas más nada y siguen jugando.

Tu Juego MacabroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora