Six

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Adeline se sentía libre, al final de todo sabía que se terminaría yendo de esa casa junto a su compañero y mejor amigo, su hermano, pues era el único que la comprendía.

"Adeline, no te puedes ir así por así, no puedes dejarme, ¿que haré sin ti?"

" tanto me amas, déjame ir"

"No puedo hacerlo, entiéndeme"

"Deja que mi hermana sea feliz con quien diablos quiera y si ella quiere marcharse conmigo tú no la detendrás, ¿ me entiendes ?"
Ahora, vamos Adeline, súbete al auto.

La conversación fue terminada por aquel hombre que tenía aspecto de adolescente, Jafh era de muy pocas palabras y con un temperamento muy fuerte.

Salieron de aquella casa rumbo a Port Angels, a donde la chica había comprado la casa con anterioridad.
Adeline se sentía feliz, extrañamente libre y sobre todo sabía que ese cambio le serviría para bien.

Mientras tanto en la casa de los Cullen, Carlisle había salido como alma que se lleva el diablo, rumbo a la habitación que compartían con la chica, y vio que todas las cosas de ella ya no estaban, ya no habían libros por la habitación ni ropa de mujer, menos zapatos y accesorios regados por algunos lados, se veía casi abandonada a pesar de tener la ropa del doctor en el closet.

Sabía que la había perdido, y está vez ella no volvería, nunca habían tenido una discusión así de fuerte, nunca habían peleado, solamente se dejaban de hablar y con el tiempo y unos round curaban todo, si, estaba muy, muy rota la relación que habían intentado formar, no se comunicaban, pasaba días en su trabajo y ella en la casa, su compañía eran sus hijas, y él, él solo se había preocupado por su trabajo, dejó de regalarle rosas, dejó de darle sorpresas y para lo peor de todo, dejó de enamorarla como al principio, todo se volvió una rutina aburrida para ambos, y muy adentro de su corazón sabía que se arrepentía de todo aquello.

No podía creer que ella en verdad lo había dejado, y se había marchado con su hermano a saber cual rumbo, ya no tendría quien se encargará de una sonrisa y menos de quien le preguntará por su trabajo.

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Adeline junto a su hermano habían llegado a la casa nueva, la que ahora sería la residencia Inostrov, saco algunas cajas del auto y se dirigió a uno de los cuartos, empezó a ordenar los libros en un estante que había en la pared, y puso algunas fotos que tenía sobre la mesa de noche, Jafh llegaba con algunas cosas y las ordenaba en los lugares que iban, y luego regresaba por más cosas al auto y así estuvieron unos 25 minutos, ya que querían tomarse su tiempo para que todo estuviera perfectamente ordenado.

LA TUA CANTANTE DE ARO VULTURI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora