VI
Pocas generaciones más tarde, cuando el mundo había madurado lo suficiente y los humanos alcanzaron un nivel tecnológico que podían comprender, crear y manejar. Unos investigadores encontraron un grabado perfecto en un bloque de granito casi imposible de tallar o levantar, en lo más profundo de una selva imposible de penetrar. Este bloque coronaba a lo alto la entrada a una ciudad perdida imposible de construir, incluso con la ayuda de los actuales avances. El grabado tan detallado y tan descriptivo, que los investigadores al principio creyeron que se trataba de una broma perpetrada por alguien con un gran sentido del humor y de la ironía, a la vez que poseedor de una gran riqueza que estaba dispuesto a despilfarrar.
Tomaron muestras de aquel granito y las analizaron. Cuando por fin conocieron los resultados, descubrieron que el grabado no se había realizado recientemente, sino que tenía más de quince mil años de antigüedad. ¡Imposible! –Exclamaron todos al unísono-.
Según el conocimiento actual, aquel grabado se había hecho con una herramienta que superaba con creces la tecnología actual. Según las teorías aceptadas hasta el momento, hace quince mil años, el ser humano comenzaba a mostrar signos de inteligencia, muy lejos de conseguir un resultado de este tipo.
Los investigadores fueron tomados por locos al descubrir una verdad que nadie estaba dispuesto a creer. La representación de tres seres diferentes, unos con la cabeza ovalada y con los ojos grandes, otros con la cabeza más redondeada y con los ojos más pequeños, y otra con los rasgos característicos de la actual raza humana, resultó ser un fotograma de la historia que nadie deseaba admitir que había sucedido.
Los clones, copias de aquellos seres que se sacrificaron para que su especie sobreviviera, crearon a los nuevos humanos que eran parte de ellos, aunque de una casta más primitiva. Su planeta Erestez, que significaba tierra en su idioma, fue víctima de su avaricia, y buscaron en otro lugar una segunda oportunidad. Entonces llegaron hasta aquí.
En este planeta Tierra se creó el tercer ser que aparecía en el grabado. Un ser nacido para dominar los elementos e imponerse como soberano de la creación. Las enseñanzas de equilibrio y harmonía se perdieron en el pasado junto con aquellos que fueron los padres de la humanidad. Los manipuladores del eslabón perdido que tanto se anhela encontrar.
Y es aquí cuando nos reconocemos como seres libres, creados por una fuerza suprema. Es ahora cuando aún alzamos la mirada hacia el cielo en busca de las respuestas sobre nuestra existencia.
No se trata de un acto reflejo que nos impulsa a escrutar lo inalcanzable. Sencillamente son nuestros genes que nos indican el lugar adecuado hacia dónde mirar.
YA A LA VENTA: LA PRIMERA CORONA
En el año 66 d.C. Judas de Galilea encabezó un alzamiento contra los romanos y reclamó el reino de Judea. Fue entonces cuando decidió enviar a su hombre de confianza en busca de la reliquia con la que sería coronado rey. La primera corona.
Puedes ver el video aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=ngdZVTPvRm0&feature=youtu.be
Y no olvidéis de votar si os ha gustado lo que habéis leído… Gracias a tod@s por leer…
ESTÁS LEYENDO
Proyecto: Adán y Eva
Science FictionRelato de ciencia ficción y misterio. Cuando miramos hacia el cielo en busca de la benevolencia divina, escrutamos los misterios de la naturaleza en busca del saber que nos identifica como seres humanos y nos representa como tal.