Cartas de amor... todos alguna vez hemos recibido o escrito una carta de amor.
Pero, ¿qué ocurriría cuando más de una persona reciben cartas tuyas, de las cuales nunca escribiste?.
Eso le pasó a Delilah el primer día de séptimo año, cuando algunos...
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DELILAH HABÍA DORMIDO de maravilla. No por el hecho de que hoy empezaría su aventura como novia del mejor amigo de su amor platónico, sino que, el té con miel junto a las galletas le habían dado la calma para poder dormir tranquila.
Despertó igual de temprano que los otros días, bufando un poco, porque cuando por fin conseguía dormir bien y nada tensa, era injusto que eso durara tan poco. No lo entendía.
Decidió hacer su rutina mañanera, para luego ir con sus amigos a la mesa para desayunar.
—¿Qué hiciste anoche?—Adelaide preguntó, olisqueando un frasco que parecía contener mermelada de alguna cosa extraña del mundo mágico.
—Fui a la cocina—dijo obvia y todos soltaron un "aaaa".
—¿Quién te citó ayer?—Mike preguntó.
Delilah iba a hablar cuando sus amigas la interrumpieron.
—Sirius Black—Adelaide y Christine hablaron al mismo tiempo.
—¿Qué?—Mike preguntó confuso.
—No, que Sirius Black viene para acá—dijo Chris apuntando tras Delilah, la cual, volteó junto a Mike.
Notaba como el gryffindor caminaba con una sonrisa arrogante en el rostro y algo en sus manos, Delilah volteó para esconderse en su bufanda y puso la gorra de su capa.
Sus amigos rieron por eso— Si piensas que así vas a librarte de Black, estas en lo incorrecto
Iba a levantarse, cuando unos brazos rodearon su cuello y un mentón se cargo en su cabeza. El perfume de Sirius llenó sus fosas nasales y la hizo hacer una mueca. ¿Por qué tenía qué ser tan... mostron?, o sea, si, debían fingir ser novios pero, ¿necesitaba hacer eso?, según Delilah no.
—Buenos días, baby girl—dijo Sirius, con una voz cargada de amor.
—¡¿Qué?!—gritó Mike de nuevo, provocando que Lilah diera un saltó en su lugar, amortiguado por Black, junto a las risas de sus amigas.
—¿Baby girl?—preguntó confusa— ¿en serio?
—¿Qué?, ¿no te gusta?—Preguntó, poniéndose entre ella y Mike, empujando al último.
—Creo que es el peor apodo que puedes utilizar para una chica—Lilah comentó, tomando el tenedor para ver que comer.
Sirius la miró, quitándole el tenedor para servirle el desayuno, dejo fruta y un poco de yogurt, además de jugo de naranja.
—¿Puedo...—preguntó apuntando el tenedor.
Lilah chilló al ver su plato. ¿Cómo le explicaba a Sirius que no era muy fan de las frutas?. La risa de Christine y Adelaide se hicieron presentes nuevamente de forma escandalosa.
