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EL ALMUERZO HABÍA LLEGADO, el estómago de Lilah gritaba en búsqueda de llenarlo con comida

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EL ALMUERZO HABÍA LLEGADO, el estómago de Lilah gritaba en búsqueda de llenarlo con comida. Estaba entrando al gran comedor cuando una mano la jaló, alejándola de sus amigos.

—¿Qué mie...—se quedó en silencio, notando al responsable del susto que acababa de pasar.

—Quiero que almorcemos juntos y así estás con mis amigos—dijo Black, para luego sentarse, palmeando a su lado— y bueno también... ya sabes..

—De acuerdo...—y se sentó, sin prestarle mucha atención.

Sirius comenzó a servirle lo que él quería en su plato, y aunque eso a Delilah le parecía extraño, lo encontró un poco tierno.

—Sabes que yo tengo manos ... ¿verdad?

—Si, si lo se—le dejó el plato frente a ella.

Papas al horno, pollo y verduras. Realmente ella no se quejaba, era fan de las verduras y el pollo, y de las papas... bueno, era mucho más fan de las papas fritas, pero, estaba bien.

—¿Y tus amigos?—preguntó la chica tomando el tenedor.

—Fueron al baño—dijo sin importancia, y comenzó ahora él a servirse su comida en su plato.

Comenzaron a almorzar en silencio, cuando unos brazos rodearon el cuello de Delilah apegándola a alguien más y en frente de ella se sentaron dos chicos que conocía de lejos perfectamente: el resto de los merodeadores.

—Así que tu eres la novia de Canuto...—James habló, acercándola más a él— ¿Qué le viste?

—Am... no lo sé—respondió comenzando a ponerse nerviosa.

—Pobrecita—Lily se sentó frente a Potter— no lleva ni dos minutos con nosotros y ya la estas incomodando con tus estupideces Potter—rodó los ojos la pelirroja— tú debes ser Delilah, ¿verdad?

Y en ese segundo se preguntó a si misma, que sucedería si decía que no, eso sería una buena o mala broma... no lo sabía.

—Delilah Sparks—dijo ella asintiendo— pero pueden llamarme Lilah si quieren, es relativamente más corto

—Creo que ya nos conoces, Lilah—soltó una risa la pelirroja, hablando por el grupo de cuatro chicos— y bueno, creo que seremos muy buenas amigas—sonrió con dulzura la pelirroja.

—¿Qué estás tramando Evans?—preguntó Sirius, alzando una ceja.

—Estoy tramando en dejar a James, que Lilah te deje y nos vayamos juntas a al bosque prohibido y nos casemos, viviendo en una cabaña junto al río—dijo divertida la pelirroja, provocando que la castaña riera.

—Me parece un buen plan...

—Ni se les ocurra—Potter y Black reclamaron, haciendo que los demás rieran.

—Yo digo que si, Cornamenta y Canuto son muy idiotas para ustedes—dijo Peter riéndose aún.

—Yo puedo irme con ustedes—Lupin propuso— necesitas a alguien que las proteja de los peligros del bosque y...

—Remus, no necesitas excusarte, es obvio que vienes con nosotras—Delilah habló con emoción, apoyándose en el hombro de Sirius, después de que el pelinegro la acercara a él nuevamente.

—¿Y yo?—preguntó Sirius.

—No, tu no—Lily soltó una risa— ni James, solo Remus y Peter

••••

SIRIUS ESTABA CON los ojos cerrados, mientras que su cabeza estaba sobre los muslos de Delilah. Ambos estaban en la sala común de Gryffindor frente a la chimenea. Los amigos de Black hablaban sobre algunos planes sobre Hogsmade para el viernes por la tarde, pero la hufflepuff estaba tan concentrada en las llamas naranjas que se producían con la leña encendida, que había perdido el rumbo de la conversación.

—¿Qué opinas Delilah?—preguntó Remus, sacándola de su trance.

Aquello había sonado tan lindo, según Delilah.

—Am... supongo que si—respondió encogiéndose de hombros.

—Bueno... por si no estabas prestando atención, Lunático te pregunto si te gustaría ir a Hogsmade el viernes por la tarde con nosotros—dijo Potter.

—Igual iré yo, para que no te sientas incómoda—Lily le sonrió.

—Oh... me parece bien—asintió la castaña.

Sirius no respondía, pero nadie podía culparle, aquellas caricias en su cabeza y cabello, junto al dulce aroma de la chica lo habían relajado tanto, que estaba durmiéndose ahí mismo.

—Me alegra que por fin Sirius decidiera cambiar—Evans comentó— y bueno, creo que realmente eres la indicada, de seguro ambos serán la viva imagen del dicho "detrás de un gran hombre, hay una gran mujer"

—Bueno... con Cola-gusano tenemos una apuesta—sonrió el de lentes— a que duran menos de un mes

—Bueno...—Delilah decidió meterse en la conversación, aunque, ya era parte— no creo que deban apostar con esas cosas, se que les parece gracioso, pero Sirius realmente debe sentirse inseguro y...

—¡Es la indicada!—gritó con emoción la pelirroja interrumpiendo a la castaña, ganando miradas de otros estudiantes— lo siento...

—¿indicada?—preguntó Remus con curiosidad, arrugando la nariz con desagrado.

—Si, o sea... creo que es la primera que consigue hacer eso con Sirius—la apuntó— y lo defiende de las tonterías de ustedes —la chica le dio un zape a Peter y a James— yo la apruebo totalmente

••••

DELILAH SE ENCONTRABA frente al espejo del baño aproximadamente dos horas en ropa interior con incomodidad, ¿qué debía ocupar?, ¿era algo formal o casual?, ¿haría mucho frío o le daría calor?, ¿caminarían mucho o poco?, ¿llovería o nevaría?... tantas preguntas pero sin respuesta, y bueno, tampoco podía pensar bien; la música de su pequeña radio le daba más nervios que tranquilidad.

Sirius por su parte, llevaba mirando su reloj con aburrimiento en su sala común, esperando junto a sus amigos.

—¿Ella vendrá?—preguntó Remus mirando a su amigo, quien estaba un poco ansioso.

—No lo se, llevó dos segundos esperándola—admitió— ¿debo ir a verla o...

—Te aseguro que vendrá—Lily dijo sentándose con ellos, interrumpiéndolos— quizás esta arreglándose

Sirius asintió no muy convencido. Por su parte, Delilah no tenía nada bonito entre su ropa, o bueno, es que tampoco es que tuviera mucha ropa linda, porque nunca se había vestido para alguien más. Abrió los armarios de sus amigas y decidió sacar un vestido de terciopelo azul y un blazer negro, y decidió ponerse medias negras junto a unos botines que siempre usaba para salir por el frío, sin antes, hechizar su ropa; no quería tener que ir al baño cada dos por tres por enfriamiento.

—Bien... —tomó su neceser y sacó lo que tenía ahí dentro.

Tomó un pequeño set de sombras y se puso la rosa sobre sus párpados y se hizo un delineado bastante fino, tampoco era una experta en maquillaje, pero debía al menos, verse bien, ¿no?. Terminó con un gloss rosa brillante y un pañuelo azul amarrado al cuello por el frío y se hecho perfume, guardando en un pequeño bolso dinero, su varita y algunas otras cosas para salir por fin de la casa Hufflepuff e ir a la Gryffindor.

Boyfriendn't |Sirius Black|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora