Al acercarme más, casi resbalo por un gran charco de agua que había en el suelo. Todos mirábamos una sombra negra que se veía debajo. Al comprender lo que era me quedé petrificada.
La Señora Norris estaba colgada por la cola de una argolla de las que usaban para sujetar antorchas. Estaba rígida como una tabla, con los ojos abiertos y rígidos.
-Voy a avisar a algún profesor, no os mováis-habló Cedric después de varios minutos en silencio.
Y se alejó de allí rápidamente. Un ruido, como un trueno distante, indicó que la fiesta acababa de terminar. De cada extremo del corredor en el que nos encontrábamos, llegaba el sonido de cientos de pies que subían las escaleras y la charla sonora y alegre de gente que había comido bien. Un momento después, los estudiantes interrumpían en el corredor por ambos lados.
La charla, el bullicio y el ruido se apagaron súbitamente al vernos a nosotros y la gata de Filch, por no decir el mensaje de la pared. Todos se acercaban para ver el truculento espectáculo.
-¡Temed, enemigos del heredero! ¡Los próximos seréis los sangre sucia!-dijo Draco Malfoy, que había avanzado hasta la primera fila.
Vi como esa frase iba dirigida sobre todo hacia mí y Hermione. Las mejillas pálidas del chico se enrojecieron al sonreír y tenía una expresión alegre en sus ojos ante el espectáculo de la gata que colgaba inmóvil.
Ira. Era lo único que sentía ahora mismo hacia ese Slytherin. Ganas de lanzarme sobre él y pegarle un gran puñetazo en su querido rostro pálido.
-¿Qué pasa aquí? ¿Qué pasa?-atraído sin duda por el grito de Malfoy, Filch se abría paso a empujones.
Vio a la Señora Norris y se echó atrás, llevándose horrorizado las manos a la cara.
-¡Mi gata! ¡Mi gata! ¿Qué le ha pasado a la Señora Norris?-chilló.
Con los ojos fuera de las órbitas, se fijó en Harry y en mí.
-¡Vosotros! ¡Vosotros! ¡Vosotros habéis matado a mi gata! ¡Vosotros la habéis matado! ¡Y yo os mataré a vosotros! ¡Os...!-Filch se acercaba rápidamente hacia nosotros como un loco.
-¡Argus!-gritó Dumbledore, que había llegado acompañado por otros profesores.
En unos segundos el director pasó por delante de Harry, Ron, Hermione y mía, y sacó a la Señora Norris de la argolla.
-Ven conmigo Argus. Vosotros también, Potter, Weasley, Granger y Smith-la voz de Dumbledore no era el típico tono que amable que siempre utilizaba, ahora era de completa seriedad y preocupación.
-Mi despacho es el más próximo, director, nada más subir las escaleras. Puede disponer de él-Lockhart se adelantó algo asustado.
-Gracias, Gilderoy-respondió Dumbledore.
La silenciosa multitud se apartó para dejarnos paso. Lockhart, nervioso, y dándose importancia, siguió a Dumbledore a paso rápido, al igual que la profesora McGonagall y el profesor Snape.
Cuando entramos en el oscuro despacho de Lockhart, hubo un gran revuelo en las paredes. Algunas de las fotos de Lockhart se escondían de la vista, porque llevaban los rulos puestos. El Lockhart de carne y hueso encendió las velas de su mesa y se apartó. Dumbledore dejó a la Señora Norris sobre la pulida superficie y se puso a examinarla. Harry, Ron, Hermione y yo intercambiábamos tensas miradas, y echando ojeadas a los demás, nos sentamos fuera de la zona iluminada por las velas.
Dumbledore acercó la punta de su nariz larga y ganchuda a una distancia de apenas dos centímetros de la piel de la Señora Norris. Examinó el cuerpo de cerca con sus lentes de media luna, dándole golpecitos y reconociéndolo con sus largos dedos. La profesora McGonagall estaba casi tan inclinada como él, con los ojos entornados. Snape estaba muy cerca detrás de ellos, con una expresión peculiar, como si estuviera haciendo grandes esfuerzos para no sonreír. Y Lockhart rondaba alrededor del grupo, haciendo sugerencias.
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La Chica Muggle //2// (Draco Malfoy y Tú)
FanficBasado en el segundo libro de Harry Potter y La Cámara Secreta. Hayley Smith volverá de nuevo a Hogwarts para empezar su segundo año. Después de su primer año espera que éste sea más tranquilo, pero sus deseos no se harán realidad. Accidentes, rumor...