La Chica Muggle //2// (Draco Malfoy y Tú)

Capítulo 8. La bludger loca

Después del desastroso episodio de los duendecillos de Cornualles, el profesor Lockhart no había vuelto a llevar a clase seres vivos. Por el contrario, se dedicaba a leernos pasajes de sus libros, y en ocasiones representaba algunos de los momentos más emocionantes de su biografía. Habitualmente me sacaba para que lo ayudara en aquellas reconstrucciones, pero cuando compartíamos la clase con Gryffindor, el desafortunado, era Harry.

Hasta el momento había tenido que representar los papeles de ingenuo pueblerino transilvano al que Lockhart había curado de una maldición que le hacía tartamudear, un yeti con refriado y un vampiro, que cuando Lockhart acabó con él, no pudo volver a comer otra cosa de lechuga.

En la siguiente clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, (que ahora dudaba que se pudiera llamar así) nos tocaba junto a Gryffindor, y como de costumbre le tocó a Harry, esta vez para representar a un hombre lobo. Los cuatro teníamos una razón muy importante para no enfadar a Lockhart, de lo contrario Harry seguro que se habría negado inmediatamente.

-Aúlla fuerte, Harry..., y en aquel momento, creedme, yo salté tirándolo contra el suelo con una mano, y logré inmovilizarle. Con la otra, le puse la varita en la garganta y, reuniendo las fuerzas que me quedaban, llevé a cabo el dificilísimo hechizo Homorphus, él emitió un gemido lastimero y la piel desapareció..., los colmillos encogieron y... se convirtió en hombre. Sencillo y efectivo. Otro pueblo que me recordará siempre como el héroe que les liberó de la terrorífica amenaza mensual de los hombres lobo-contaba Lockhart junto a Harry.

*¿Y los hechizos? ¿Y el temario de verdad de DCAO? ¿Desde cuándo esta asignatura es para hacer teatros?*

Sonó el timbre y Lockhart se puso en pie.

-Deberes. Componer un poema sobre mi victoria contra el hombre lobo Wagga Wagga. ¡El autor del mejor poema será premiado con un ejemplar firmado de El encantador!-los alumnos empezamos a salir de la clase.

Me despedí de Theo diciéndole que tenía un asunto que hablar con el profesor y se fue con Blaise. Harry volvió al fondo de la clase, donde lo esperábamos Ron, Hermione y yo.

-¿Listos?-preguntó Harry.

-Espera que se hayan ido todos. Vale, ahora-dijo Hermione asustada.

Se acercó a la mesa de Lockhart con un trozo de papel en la mano. Los tres íbamos detrás de ella.

-Esto... ¿Profesor Lockhart? Yo querría... sacar este libro de la biblioteca. Sólo para una lectura preparatoria. Pero el problema es que está en la Sección Prohibida, así que necesito el permiso por escrito de un profesor. Estoy convencida de que este libro me ayudaría a comprender lo que usted explica en Una vuelta con los espíritus malignos sobre los venenos de efecto retardado-decía mientras le entregaba el trozo de papel con la mano temblorosa.

-¡Ah, Una vuelta con los espíritus malignos! Creo que es mi favorito. ¿Te gustó?-dijo Lockhart cogiendo la nota de Hermione.

-¡Sí! ¡Qué gran idea la suya de atrapar el último con el colador del té...!-dijo Hermione emocionada.

-Bueno estoy seguro que a nadie le parecerá mal que ayude un poco a la mejor estudiante del curso. Sí, es bonita, ¿verdad? Normalmente la reservo para firmar libros-dijo Lockhart, interpretando al revés la expresión de desagrado de Ron al sacar una pluma de pavo real.

Garabateó una floreteada firma sobre el papel y se lo devolvió a Hermione.

-Así que, Harry y Hayley, mañana se juega el primer partido de quidditch de la temporada, ¿verdad? Gryffindor contra Slytherin, ¿no? He oído que los dos sois jugadores fundamentales para vuestros equipos. Yo también fui buscador. Me pidieron que entrara en la selección nacional, pero decidí dedicar mi vida a la erradicación de las Fuerzas Oscuras. De todas maneras, Harry, si necesitaras unas cuantas clases particulares de entrenamiento, no dudes en decírmelo. Siempre me satisface dejar algo de mi experiencia a jugadores menos dotados...-Harry hizo un ruido indefinido con la garganta y salimos de allí a toda prisa.