"Fuck You y adiós"
Agnes Bellerose, chica estadounidense de descendencia francesa; de hermoso cabello castaño claro, ojos azules y una hermosa piel blanca.
En cuanto a personalidad es estudiosa, aplicada, simpática y amable pero también algo desinteresada en los temas que respecta a lo sentimental, como el amor, eso le daba totalmente igual. Nada fuera de lo típico de una de las tantas chicas en el mundo, ¿No?—Aggie, tu amiga ya está aquí— Le avisó su madre desde la planta baja.
—¡Voy!— Dijo mientras se ponía su sudadera de colores y bajaba corriendo las escaleras.
Llegó abajo y abrazó fuertemente a su amiga, mientras tomaba sus cosas y su patineta, a lo que Angie la miró con una mueca.
—no...— Dijo la pelirroja con desgano.
—si, si vamos a ir— Le dijo la chica, soltando una risa al ver la actitud de su amiga.
Ambas chicas se despidieron de la madre de la castaña y salieron de la casa. Durante todo el camino, la pelirroja caminaba, a regañadientes, y bufando frustrada.
—ya, dime ¿Qué te ocurre?— Le habló Agnes, mientras trataba de mantener el mismo ritmo de Angie, sobre la patineta—. ¿Acaso ya no quieres salir con tu amiga?
—no es eso, sólo que...— Se cruzó de brazos—, en vez de ir a las rampas, podría haber salido a caminar y encontrarme con el amor de mi vida.
La contraria rodó los ojos y luego rió levemente. Angie Smith, chica enamorada de personas "fuera de su alcance", según ella, y que cree mucho en las típicas historias en las que te encuentras a tu ser amado, casualmente, por las calles.
—¿Y quién es, esta vez, "el amor de tu vida"?— Le preguntó, al tiempo que se detenía y levantaba su patineta.
La pelirroja sacó su teléfono y Agnes apreció la rapidez con la que encontró la foto de ese chico que estaba opacando los pensamientos de la primer mencionada.
Era un chico con cabello azabache, vaya cabello se traía, ojos verdes, bonitas facciones y parecía tener una sonrisa contagiosa.—es atractivo— Dijo con una media sonrisa—. De seguro tiene muchas chicas detrás de él.
—¡Como si no lo supiera!— Chilló Angie e hizo puchero—, él jamás sabrá lo loca que me tiene.
—amiga mía, tú estás loca pero él no es la razón— Recibió un golpe de parte de la contraria y río. Volvió a subir a su patineta y comenzó a darse velocidad—. Y vayamos más rápido o van a cerrar las rampas.
Escuchaba los gritos de su amiga, pero no quería llegar y que las rampas estén cerradas así que hizo caso omiso, éstos se escuchaba a la lejanía y supo que la pelirroja ya no podría alcanzarla.
Decidió tomar un atajo y fue por un lugar bastante transitado pero más rápido; toda atención que tenía hacia el frente se esfumó al ver a un pequeño cachorro en medio de la calle, al no estar mirando al frente, una pequeña piedra se atravesó, provocando que se tambaleara y finalmente cayera.
No le dió importancia a si había chocado con alguien o no, y corrió a la calle, tomando al cachorro y, antes de que pudiera llegar a salvo a la acera, el claxon de un auto se escuchó y tuvo que correr, tropezando y haciéndose algunos raspones.En ese instante recordó el accidente con su patineta. Volteó hacia allí y notó que el chico aún estaba tirado en el suelo y la chica se sostenía el pie, con semblante de dolor. Como si todo hubiera pasado en segundos.
—¡Que pena!— Dijo y se acercó a ayudar al chico.
Él aceptó su ayuda y le agradeció con una sonrisa; a la castaña le parecía familiar pero no estaba segura, aunque nunca estuvo de más preguntar.
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One-shots |Aidan Gallagher/Five Hargreeves|
Fiksi PenggemarHistorias cortas sobre el actor famosamente conocido como Cinco, Aidan Gallagher.