Intento no ser la siguiente en dormirme al tener que seguir poniendo atención a la clase de ciencias sociales que está dando uno de los profesores, pestañeo repetidas veces y tomo un poco de agua para poder mantenerme cuerda ante lo que está explicando acerca de las distintas regiones del país; miro a mi alrededor y veo como varios niños se han vuelto a distraer durante la clase, la mayor parte de ellos se ven cansados y desmotivados a querer seguir presenciando el tema que se está dando, pero no los culpo cuando también he comenzado a estar en su lugar; aunque a estas alturas sigo creyendo como es que nadie de los veinte niños se ha llegado a quedar dormido sobre su escritorio.
Bostezo y me rasco los ojos para poder seguir despierta pero es inútil cuando la suave voz del profesor más su metodología de trabajo suelen ser muy pesada o tediosa para unos niños de diez años que todavía se les debería enseñar una forma particular y emotiva para aprender, a este nivel, si llegan a pasar la materia no será por el aprendizaje sino más bien, porque nada más estudiaron sus propias anotaciones y lo que está en el libro.
Estar sentada alrededor de muchos niños me recuerda mi tiempo en que estuve trabajando en una organización de infantes en Pensilvania, aún puedo recordar lo complicado que había sido mi primer día al estar nerviosa por trabajar con niños con diversas discapacidades que iban desde el lenguaje hasta la motora; para aquel entonces mi experiencia apenas iba comenzando luego de haberme graduado de mi especialidad y haber obtenido aquel trabajo por medio de fuentes de contactos que gracias a ellos, me ayudaron a salir adelante hasta dejarles ver a mis padres que su hija con dislexia empezó a salir del nido para ser una mujer independiente.
Normalmente trabajar con niños especiales no es sencillo y ni siquiera por cerca es una tarea que se pueda dejar de un día para otro, se debe de tener mucha voluntad para formar parte de aquel mundo en donde aún muchas personas les ven ese defecto a ellos cuando no debería ser así, como también, no tenerlos que excluir de los demás solo por tener una discapacidad intelectual, problemas auditivos, visuales, de lenguaje y motores.
Suspiro y me acaricio la cabeza al ver que no sólo nosotros como trabajadores sociales nos debemos de responsabilizar del futuro de estos niños, sino que también los padres, los profesores y todas las personas que están dentro de su ambiente social son los que propiciaran que el infante sea alguien en la vida y que a su vez, pueda ejercer un papel en la sociedad.
Me apoyo en la pared del salón de clases mientras que vuelvo a revisar la lista de cotejo que he hecho para evaluar si el lugar requiere de lo necesario para darle un buen ambiente escolar al niño, pero aunque siga diciendo que todo está en perfectas condiciones, como los niños que se ven sanos, el único problema que tengo es en el profesor, por ser profesional no debería decirle como debe de hacer su trabajo cuando por eso el señor Davis se graduó para ser educador pero en está ocasión, no sé si es porque él ha pasado una semana muy cansada y por eso su clase se está viniendo hacía abajo como una curva estadística o es que no ha elaborado muy bien el tema para impartirlo con estos niños.
Vuelvo a bostezar, me paso la mano por el rostro y me quedó mirando hacía el techo por un rato hasta que creo que ha sido suficiente por esté día tener que seguir presenciando está clase; antes de levantarme para despedirme de los alumnos y su profesor, escuchó unos gritos y luego un golpe, como si algo hubieran tirado al piso con tanta fuerzas a punto de desplomarse.
El señor Davis me dio una mirada la cual coincidió con la mía segundos después, algunos niños queriendo saber lo que ha sucedido, se levantaron de sus asientos para acercarse a la ventana donde se puede ver el corredor, como los salones de al lado; pronto escuche como varios de ellos dejaban ir unas pequeñas risitas y empezaban a murmurar unos contra otros lo que están observando; así que queriendo saber lo que ha pasado, me acerco a uno de los grandes ventanales para ver a un niño en el suelo, ser tomado con tanta agresividad en el brazo y luego ser levantado violentamente hasta hacer que se arrodillara.
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Te Quedas Conmigo
Teen FictionCuando todo suele estar perdido, la única forma de poder remendar las heridas abiertas es comenzando desde cero, quizás el problema de Amy no tenga solución pero ella tratará de cambiar su vida para darle un nuevo inicio después que todas las person...