Capítulo 5: "Not everything is lost"

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En todo el camino no hay más que campos llenos de flores, ganado o agricultura; todo el lugar está lleno de colores vivos que van desde el azulado cielo hasta la tierra en donde se ha cultivado cualquier tipo de planta que con el tiempo ha crecido y le ha dado un estupendo color a la hierba verde.

Es como si un pintor hubiera plasmado en un lienzo blanco, un paisaje lleno de tonalidades claras y luminosas que muestran una creación divina reflejada a través de un producto de su imaginación, y todo gracias a la mezcla de colores que pudo haber tenido en su paleta y con una brocha mágica que logro crear algo majestuoso y único.

Poder experimentar un día asoleado y con un cielo despejado podría haber sido algo pasajero de mí parte si seguiría viviendo en mi ciudad natal pero ahora, ya no suele ser lo mismo. Es posible que sea porque mientras Gigi conduce, a lo lejos de la carretera parece como si nos estuviéramos acercando más a las montañas o de ver a un par de águilas volar encima de nosotras; todo aquí es natural, silencioso y tranquilo nada como la ciudad que hay ruido, tráfico y todo recurso es mayormente tecnológico.

Quizás la costumbre de haber pasado casi toda mi vida encerrada logro que perdiera el lujo de ver Pittsburgh con otros ojos, cualquier persona podría decir que es una ciudad hermosa con mucha cultura e historia, en donde deja a la vista, lugares llenos de construcciones y museos que muestran un impecable panorama urbano pero para ser sincera, para mí, ya solo es otra ciudad conformada por Pensilvania.

Me a recuesto en el asiento del automóvil mientras escucho Girl de Maren Morris, me he dado cuenta que Gigi es una fanática de su música luego de tener la mayor parte de sus CD's en la guantera del auto. Ella canta al ritmo de la canción, parece ser que se puede toda la letra ya que en ningún momento se pierde en alguna melodía, simplemente tararea y golpea con sus dedos el volante del auto a su mismo ritmo.

—Es una hermosa canción. —Susurro en el momento en que la canción empieza a terminar.

Gigi deja de ver al frente para darme una mirada y sonreír, al parecer mi comentario le ha llegado a agradar que es probable que no se haya esperado que dijera algo así de sus gustos musicales.

—Ella es una diosa. Si me preguntaran a quien quisiera reencarnar en otra vida, sería a ella. —Señalo su equipo de música.

Su respuesta me simpatiza tanto que es fácil imaginarla en otra vida siendo una cantante country que se pone en frente de un escenario a cantar sus sencillos ante miles de personas y que viaja a través del mundo dando sus propios mensajes positivos por medio de su propia música. Es algo motivador y divertido, cualquiera que tuviera el lujo de presentarse ante el público sin temor es capaz de lograr eso y mucho más. A pesar de ello, no dudo que Gigi tenga algún don relacionado con la música, aunque sea tocar un instrumento o cantar un tema común de música; ya que en todo el camino al escucharla, me hace saber que su voz es hermosa.

—Oye, ¿todo bien? —pregunto.

—Eh... Sí... ¿Por qué? —la veo extrañada.

Será que he llegado a ser un poco obvia en todo el camino acerca de mi problema de la dislexia, no creo, después de todo solo me he mantenido callada lo cual no muestra algún signo de comportamiento anormal, es más, lo único que he tratado es de mantenerme firme y segura de que nada malo sucederá en el día, ya que es lo único a lo que puedo hacer por el momento cuando me encuentro al lado de una persona que no me conoce realmente.

Además los rasgos de un disléxico solo son observados por medio de la lectoescritura y las matemáticas, no hay otra forma en que las personas puedan descifrar que si uno tiene alguna discapacidad mental, en sí, es mejor mantenerme relajada antes que yo misma de a prueba lo que escondo detrás de mi verdadero ser.

Te Quedas ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora