Darrell
En serio espero estés bien, ni siquiera te despediste cuando te fuiste. Escríbeme, por favor.
Después de haber enviado el mensaje a Zara cerré mi laptop, habían pasado algunos meses ya y no había ningún rastro de ella, lo único que sabía es que se había marchado sin explicación alguna. Dejó a un hombre destrozado detrás, el pobre Dylan se había derrumbado de forma inmediata y se largó de vuelta a su hogar, dejando sola a su hija.
Emma
Tan incomprendida, al principio lo único que quería era hacerle compañía en su soledad, la frecuentaba para ver si necesitaba algo, pero al final terminamos enrollándonos, en una ''relación'' extraña, que ni si quiera sabíamos que era.
Ella sabía que yo seguía con mis encuentros casuales en el bar, pero parecía no importarle en absoluto. Era una mujer muy extraña.
La puerta de mi despacho se abrió, mostrándome a April con una sonrisa en el rostro
—¿Cómo van las cosas por aquí? — April era la administradora del bar cuando no estaba— ¿Por qué no fuiste hoy a tu oficina?
—A veces me cansa ser abogado— Bufa divertida y se ríe
—Amas ser un abogado, casi tanto como el sexo— Se acerca a mi silla y se pone a horcajadas sobre mi— ¿Se ha ido la niña de tus ojos?
Pongo los ojos en blanco mientras coloco mis manos en su cadera— Sabes que no me gusta que hables sobre ella— Me sonríe burlona— No tienes nada que decir de ella, ni te he dado permiso
—Lo siento, señor— Muerde su labio mientras baja la mirada
—De rodillas— Ella asiente colocándose de rodillas, con la mirada hacia el suelo. Se coloca en la posición en la que sabe de estar.
Me pongo de pie abriendo la habilla de mi cinturón y parándome justo frente a ella— Vas a follarme con tu boca, hasta que me corra dentro de ella— Tomo con mi mano su rostro y lo alzo en mi dirección— Y después, vas a irte sin recibir nada a cambio ¿Entendido?
—Si señor— Asiente, lleva sus manos a mi cremallera y abre mis pantalones, mostrando mi ropa interior, justo cuando iba a introducir su mano en mis calzoncillos, mi teléfono comienza a sonar. Si fuese cualquier persona, lo dejaría pasar, pero el nombre de Emma iluminaba la pantalla.
—Para— Me inclino para tomar mi móvil y volteo a verla— Sal de mi oficina y no me busques hasta que yo lo haga— Le dirijo una mirada seria y furiosa— Y que sea la ultima vez que hablas de Emma en cualquier índole
Se encuentra furiosa, puedo verlo. Se pone de pie rápidamente y sale de mi oficina azotando la puerta detrás de ella.
Mi teléfono ha dejado de sonar, por lo que suspiro derrotado.
Carajo, no volverá a llamar. Un día me llamó y estaba ocupado en una sesión, le dije que si me llamaba una vez y no contestaba era porque estaba ocupado y no debía llamar de nuevo, yo la llamaría de vuelta.
Así que, abriendo mi registro de llamadas la llamo de vuelta. Espero 2 tonos hasta que contesta.
—No creí que estuvieses ocupado a esta hora— Dice seria en cuanto contesta— Digo, no es como si hubiese un horario, pero fue raro
—No— Niego rotundamente— No escuché el teléfono, vengo llegando al bar
—¿Noche ajetreada? — Su tono burlón quería darme a entender que ella creía que había estado con una mujer en la noche.
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Emma || Placeres Prohibidos #2
Romans"Hice cosas de las que ahora me arrepiento, pero probablemente si estuvieras en mi lugar harías lo mismo. Algunas veces creemos hacer cosas por un bien pero resulta ser todo lo contrario" Emma sabe que cometió un error, por culpa de ello perdió a s...