Play Date (Adrinette)

༺❁༻ Capítulo 2 ༺❁༻

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—Mamá, iré a trabajar.— Marinette gritó desde la sala mientras se ponía su casaca.

—Ten cuidado, Marinette.— Su madre apareció — con su silla de ruedas — en la pequeña habitación. Marinette asintió y le sonrió antes de salir.

Ella es Marinette Dupain-Cheng.

Y este era otro fin de semana para ella.

Yendo a su trabajo, tarareó una canción que estaba en su célular, los audífonos la separaban de los ruidos de la ciudad. Su ligeramente largo cabello atado en dos coletas bajas, se movía con el viento mientras iba en su bicicleta. Aún tenía tiempo.

«Llegaré al trabajo en 5 minutos.»

Pensó mientras miraba su reloj, sonriendo.

Su novio, Nathaniel estaba esperando fuera del restaurante en cuanto llegó.

—Llegas temprano...— le dijo ella dándole un beso.

—Mi hermana me trajo.

Marinette solo sonrió y tomó su mano. Entraron al restaurante por la puerta trasera y separaron sus caminos al ir a los vestidores.

Fue recibida por sus compañeros y ella les sonrió también, antes de ponerse su uniforme de mesera, se puso una ligera capa de maquillaje y sonrió a su reflejo. Después de unos minutos, estuvo lista.

Lista para enfrentar otro día en su vida.

«Vida.»

La vida nunca había sido fácil para ella.

Desde que su padre murió en un accidente, había pasado por tantas cosas — había experimentado cosas que chicas de su edad nunca experimentarían.

Su padre era un empleado común en una pequeña compañía de pan. El trabajo no pagaba mucho pero era suficiente para los 3. Su padre podía darse el lujo de comprarle juguetes, darle obsequios por su cumpleaños y llevar de vacaciones a su familia una vez al año. Su padre no podía darse el lujo de comprarle ropa cara, pero eso no le importaba. Los juguetes o ropa nunca se podían comparar a las veces que su padre estaba con ella; bañándola, animándola en su sueño de ser diseñadora y yendo a los festivales escolares para verla actuar.

Tenía el mejor padre del mundo.

Su madre era una ama de casa — que la despertaba por las mañanas, preparaba el desayuno y su almuerzo para el colegio, la esperaba frente a su casa cuando regresaba del colegio o la esperaba en la puerta del colegio cuando estaba lloviendo — con un paraguas rosa en su mano. Su madre era hermosa, una mujer gentil, buena cocinera — y sus amigos le envidiaban.

Ella estaba orgullosa de mostrarles su almuerzo cada día — lleno de comida balanceada y decorada de forma adorable.

Amaba a su madre.

Su casa puede que no fuera tan grande como las de sus compañeros de clases pero era agradable y le daba una sensación de unión familiar. A temprana edad, aprendió que el dinero no significaba todo en este mundo.

« Los humanos necesitaban amor, amigos y también familia. Los humanos no podían sobrevivir a solas. »

Marinette solía creer en eso. Solía creer que el dinero no era tan importante como el amor.

Pero ese pensamiento cambió.

Ella tenía diez años. Aquel día, encontró a su madre desmayada en el baño con sangre saliendo de su boca y nariz. Su casa estaba llena de agua debido a que la bañera seguía llenándose, ella estaba empapada e inconsciente.