Play Date (Adrinette)

༺❁༻ Capítulo 10 ༺❁༻

¿Estás segura?

—¿Hmm?

—Mañana es la boda.— Alya dijo, arreglando las sillas mientras Marinette revisaba el número de las mesas para los invitados.

—Sí, lo sé.— Marinette respondió, tratando de sonar lo más fría posible.

—No sé lo que pasó antes pero si aún lo amas, más vale que hagas algo.— Luka intervino.

Marinette casi soltó su bolígrafo y miró a Luka.

—Q-qué-

«¿Cómo demonios sabía de ellos?»

—Es obvio. Agreste te ama, no es bueno escondiéndolo. Y tú tampoco.

Marinette lo sabía – sabía que Adrien la amaba. Había escuchado todo en la playa, fuerte y claro. Una parte de ella confiaba en Adrien pero tenía mucho miedo. Había perdonado a Adrien pero no era fácil olvidar lo que había pasado entre ellos.

—Puede que te haya lastimado antes pero déjame decirte algo; no es justo juzgar a alguien basado en su pasado. El presente es lo que importa. Puede que él haya sido un idiota antes pero estoy seguro que es un buen chico. Lo que sea que te haya hecho, merece una segunda oportunidad, ¿no lo crees?

—Mañana estará en la iglesia.

—Será mejor que hagas algo, Marinette. Queremos que seas feliz y dejes esas actitud de 'a la mierda todo' que tienes últimamente.

Marinette no supo cómo responder a ello porque era la verdad. No podía negarlo.

—Digo esto porque soy tu mejor amiga. Piénsalo.— Alya palmeó su hombro antes de irse con Luka.

De pie a solas, sus ojos se fijaron en el altar donde Adrien diría sus votos mañana. La sola idea hacía que el corazón se le apretara dolorosamente y empezara a preguntarse si lo que estaba haciendo era lo correcto.

«Solo quiero una segunda oportunidad, Marinette. Quiero estar contigo otra vez. Te amo.», la voz de Adrien hizo eco en su mente.

༺❁༻

Adrien lucía tan atractivo en su tuxedo negro, de pie y esperando a su novia. Marinette vio a la chica – quien era perfecta para Adrien – caminando por el pasillo con su enorme vestido blanco.

Su mirada regresó a Adrien, quien estaba sonriendo. Y de súbito algo dentro de ella se apretó.

La idea de Adrien cansándose con esa chica, le lastimaba.

«¿De verdad era esto lo que querías?»

Después de que Adrien y su novia dijeran sus votos, intercambiarían sus alianzas, el sacerdote los declararía marido y mujer, luego tendrían una bonita luna de miel y meses después o años después, le diría a Adrien que la familia crecería. Después tendrían más niños. Y 50 años después, Adrien se sentaría con su esposa viendo a sus nietos o tal vez bisnietos jugando en el jardín.

«Ow...»

Marinette tocó su pecho, sintiendo sus latidos ir como locos de forma dolorosa. Las imágenes de Adrien y su hermosa familia eran como afiladas espadas.

Incluso la vista de Adrien viendo a la novia hacía que su corazón se rompiera en pequeños pedazos.

«¿No deberías estar feliz?»

Después de esto, Adrien nunca más iría a buscarla.

«Ya no me buscaría. Ya no ofrecería llevarme. No me molestaría a mitad de la noche con sus llamadas. No dejaría 'accidentalmente' su celular en su oficina. No fingiría estar ebrio para que lo llevara a casa.»