Play Date (Adrinette)

༺❁༻ Capítulo 7 ༺❁༻

# Una semana después #

Adrien golpeó el piso con el pie, impaciente, y maldiciendo cuando su llamada fue dirigida al buzón de voz por centésima vez ese día. Había estado tratando de comunicarse con Marinette los últimos días pero sin tener resultado. Si no fuera por su padre, habría dejado Mont Blanc de inmediato en cuanto Marinette empezó a evitar sus llamadas.

«¿Qué demonios había pasado?»

Muchos pensamientos negativos recorrían su mente. ¿Algo había pasado con Marinette?

Su paciencia se redujo y supo que había sido suficiente.

Salió de su habitación y chocó contra su hermano mientras bajaba las escaleras.

—¿A dónde vas? ¡Papá dice que debes estar en la cena!

—¡Dile que no puedo! ¡Que tengo una emergencia!

—¿Qué? ¡Adrien! ¡Idiota, la cena es por ti, has pasado todos tus exámenes con casi excelencia!

Adrien ignoró a su hermano y a su madre con quien se encontró en el garaje.

Condujo rápido, queriendo llegar a la casa de Marinette tan pronto como pudiera.

Su corazón no se calmaba.

Algo no estaba bien.

༺❁༻

—¡Marinette! ¡Abre la puerta!

Adrien no supo por cuánto tiempo había estado ahí tocado la puerta, llamándola al celular, pero todo había sido en vano.

No podía dar con Marinette, y la desesperación le trajo lágrimas a los ojos.

—Marinette... ¡Abre la puerta! Dime qué sucede.

No hubo respuesta pero no iba a renunciar. Echaría abajo la puerta si tuviera qué.

Y cuando estuvo a nada de hacerlo, alguien tocó su hombro.

Adrien giró la cabeza, sintiendo que su esperanza se derrumbaba cuando vio que no era Marinette.

—¿Busca a las Cheng?

—Sí, ¿sabe qué les pasó? No puedo localizarlas.

—¿Usted es su amigo?

—Uhm... Sí...

—Pues qué extraño.

—¿Perdón?

—Si usted es su amigo, debería saber que se ha mudado.

Adrien no podía creerlo.

—¿Q-qué? ¿Se mudó?

—Sí, hace dos días.

«No puede ser... Esto no estaba pasándole.»

—¿A dónde? ¿Sabe a dónde?

—No lo sé. No dijo nada.

—¿Y su madre?

—Escuché que la transfirió a un nuevo hospital.

—¿A cuál?

—Tampoco sé. No dijo nada, solo me pagó la renta y me entregó la llave.— Sentenció. —Ahora si me disculpa, debo limpiar esta casa. Alguien quiere rentarla.

Adrien no podía sentir nada.

«¿Qué demonios era esto? ¿Por qué? ¿Por qué Marinette se fue de súbito?»

Adrien estaba seguro que había una razón tras esto, pero no sabía qué era.

Todo había estado bien antes de que se fueran a Mont Blanc y Marinette sonaba feliz cuando hablaron.

«¿Cómo es que todo había llegado a esto?»

Adrien volvió a marcar el número de Marinette, colocó el celular en su oreja, sujetándolo con fuerza con su temblorosa mano.

Esperó y esperó... pero nada.

Estuvo por volver a marcar, pero un mensaje llegó.

Leyó el mensaje, palabra por palabra y las lágrimas que había estado conteniendo, cayeron. Esas palabras fueron como un puñal anclándose a su corazón y sin dejarle respirar.

[De: Marinette

Para: Adrien

Hemos terminado.]