Capítulo 17

6 0 0
                                    

Los hermanos Mackenzie

Emmaline Crawford

-¿Enserio cuidaras a eso niños? De milagro puedes cuidarte a ti. Y ni tanto.

-Que motivación, enserio, gracias.

-De nada, para eso estamos, por cierto ¿no sabes el motivo por el cual te pidió que cuidaras a sus hermanos?

Yo niego lentamente. Ya hace unos días me lo había pedido y no me lo había puesto a pensar, pero es una buena pregunta, tal vez al lugar que vaya sea una mínima respuesta, a las dudas que tengo.

-Bueno, por lo menos sabes que no es por tráfico de drogas- yo alzo la cara de mi comida y lo miro mal y él se aguanta las ganas de partirse de la risa, ya que nos encontramos en un lugar público y con muchas personas en el restaurante.

Junto con Hugo vinimos a un restaurante un poco lejos de mi edificio al igual que de los chicos, para que así no se enteran que estoy haciendo, y no me reprendan y vengan a hablarme sobre lo mal que me estoy comportando y bla bla bla. Pero creo que para mí esto se ha vuelto más personal de lo que pensé.

-Bien, creo que ya es hora de que vaya- le digo y el llama al mesero y pide la cuenta –Por cierto, no te aburrirás esperándome hasta que Aleph regrese- no sabía por cuantas horas tendría que cuidar a los hermanos de Asher así que dudo que no se aburra esperándome.

-Descuida, saldré con una chica.

Alzo la mira casi al instante y alzo una de mis cejas y lo miro con curiosidad.

-Espera....... Que sucedió con Evaluna.

-Creo que ella no quiere nada con nadie- lo miro con cara de "Te lo dije" y el solo rueda los ojos.

Después de pagar nos dirigimos a su auto y emprendemos camino al edificio. Hasta donde se Evaluna sigue enojada con su hermano, es por eso que no ha ido al apartamento, y se está quedando en casa de los mejores amigos de Aleph. Después de unos veinticinco minutos en carretera, llegamos al edificio

Como sabes que no te encontraras a ninguno de los chicos- me dice Hugo mientras se estaciona a una distancia un poco lejos de la entrada del edificio.

-Es sábado, deben estar en una fiesta, dudo que se hayan quedado en casa, no te dijeron nada- el niega la cabeza, y en eso escucho como suena su teléfono en la guantera indicando que le llego un mensaje. Mira la pantalla y sonríe después de unos segundos de leer el texto que le enviaron.

-Bien, me tengo que ir, anda sube.

Asiento, y le doy un beso en el cachete antes de bajar del auto y dirigirme al edificio. Decido irme por las escaleras de emergencia para así evitar llegarme a encontrar a alguno de los chicos.

Al llegar al apartamento toco el timbre y espero unos segundos, hasta que escucho la cerradura, y veo la puerta abrirse despacio. Cuando se termina de abrir veo a Aleph con un suéter rasgado, una chamarra y un pantalón negro rasgado y con el cabello perfectamente alisado, pero con algunos mechones cayéndole en la cara. Se ve muy bien como esta vestido, pero lo que me roba la atención es el niño que tiene en brazos, el cual me regala una linda sonrisa, parecida a la de su hermano. El niño tiene los ojos color miel, su cabello es negro y rizado, pero aun con eso se parecen mucho a Aleph, aunque se parece más a Axel.

Él se hace a un lado para que pase, yo sigo por el pasillo que da a la sala y veo que Asher se queda atrás ya que está metido en el teléfono. Cuando llego a la sala, me quedo impactada al ver como dos personas se pueden parecer tanto aun sin ser gemelas o mellizas, y es lo que estoy viendo ahora, con el chico que tengo frente a mí, su semejanza con el mayor de los Mackenzie, es simplemente impresionante, ósea todos se parecen pero verlo a él y recordar a Axel es como ver una copia plasmada frente a mí.

Voces Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora